En EEUU, los veteranos de guerra forman un colectivo muy respetado en las ceremonias oficiales, pero no lo tienen nada fácil para rehacer sus vidas al colgar las botas. Aunque el número de veteranos que viven en la calle ha descendido un 33% desde 2010, todavía quedan casi 50.000 en la mendicidad y el Estado sigue sin responder con eficacia a muchas demandas. Argemino Barro acudió a una gala benéfica del proyecto Wounded Warrior para soldados que vuelven a Estados Unidos con heridas serias.