El color rojo domina en Wall Street debido a los crecientes temores a una recesión. El ánimo de los inversores se ha visto de nuevo sacudido por otra drástica inversión de la curva de rendimiento de los bonos de EEUU. La curva se ha invertido a niveles no vistos desde 2007 y reaviva así los temores de una recesión inminente, mientras los inversores evalúan también las consecuencias de una intensificación de la guerra comercial entre EEUU y China.

Con la curva de rendimiento de los bonos de EEUU cada vez más invertida y pocos signos de progreso respecto a las tensiones comerciales entre China y EEUU, al mercado le queda muy poco margen de optimismo.

La inversión de la curva ha sido históricamente un señal de advertencia de recesión. Los escépticos aseguran que esta inversión podría no ofrecer una señal de alarma tan fuerte en el entorno actual. Sin embargo, el fenómeno se produce en medio de los crecientes temores de una desaceleración económica global vinculada a la guerra entre Pekín y Washington.

El calendario económico de EEUU está vacío este miércoles. Aunque en el lado empresarial sí tenemos algunos protagonistas.