Telefónica ha vivido una semana para olvidar en el parqué bursátil. La compañía sufrió un castigo histórico con un descenso superior al 13% durante la jornada de su Capital Markets Day este martes, tras presentar pérdidas de 1.000 millones de euros en los primeros nueve meses del año y anunciar un drástico recorte de su dividendo.
Dura semana para Telefónica, que ha visto cómo su esperado plan estratégico hasta 2030 ha desilusionado y decepcionado a partes iguales. La sometemos a examen.
Resultados débiles y crecimiento limitado
Antonio Castelo, estratega de mercados de iBroker, ha calificado los resultados de la compañía como "bastante flojos", reflejando "una compañía con un crecimiento operativo muy limitado en un sector cuyo entorno las oportunidades son escasas". Aunque los ingresos han cumplido o superado ligeramente las expectativas, otras métricas clave como el EBIT ajustado y el flujo de caja libre han quedado por debajo de lo previsto.
En la misma línea, Juan Luis García Alejo de Ant Bank señaló que "cuando uno indica que el EBIT ajustado en los próximos ejercicios 2028-2030 va a crecer alrededor del 2,5-3,5 y estamos en entornos de inflación del 2 o un poquito por encima, el crecimiento real efectivamente es muy pequeño".
Un plan estratégico que genera más dudas que certezas
El nuevo plan estratégico de Telefónica se centra en reducir deuda y optimizar costes concentrándose en sus mercados clave, pero el crecimiento planteado es limitado y no justifica, según los analistas, el recorte del dividendo anunciado.
Antonio Castelo remarca que "no se han anunciado operaciones concretas", generando decepción en el mercado ante esa falta de visibilidad. "Una combinación de baja visibilidad del crecimiento y una menor retribución a la accionista también ha generado una revisión a la baja del perfil riesgo-beneficio de la acción: menos dividendo, menos crecimiento, más incertidumbre", explica.
Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, también ha cuestionado la falta de claridad sobre posibles operaciones corporativas: "La duda viene de cómo va a conseguir los fondos para poder hacer una operación corporativa sin ampliar capital".
El recorte de dividendo desanima a los inversores
Una de las principales razones para el castigo bursátil ha sido el anuncio de reducción en la retribución a los accionistas.
Josep Prats, gestor de Avante Asesores, lo ha explicado claramente: "Anunciar que va a pagar solo un 50% de dividendo sobre el cash flow libre, que es otra manera de decir que lo va a recortar, ha quitado el asidero que tenían muchos inversores para seguir atados a Telefónica, que era la rentabilidad por dividendo".
La deuda, un problema histórico que persiste
Javier Domínguez, responsable de Auriga Bonos, ha destacado otro de los grandes problemas de la operadora: "Uno de los grandes problemas históricos de Telefónica, desde luego, desde los últimos 15 o 20 años, es la elevada deuda que tiene. Ahora mismo tiene una deuda neta de 27.000 millones, cuando la capitalización bursátil que tiene es de 20.000. Es decir, debe más de lo que vale".
Perspectiva técnica y recomendaciones
Desde el punto de vista técnico, Eduardo Bolinches, analista de Invertia, ha señalado el 3,71 como nivel clave: "Perder el 3,71 es darle continuidad a la corrección. Un 3,65, que son los mínimos concretamente de enero de este año, 2025. Y a partir de ahí nos iríamos a la zona de 3,46".
Alberto Iturralde, responsable de Operativa DAX, ha sido contundente: "Telefónica es un valor en el que no hay que estar, no tiene absolutamente ningún interés".
Tras este plan estratégico decepcionante, varias casas de análisis han rebajado sus expectativas y precio objetivo para Telefónica.
El consenso de analistas de Reuters mantiene una recomendación de "mantener" con un precio objetivo de 4,31 euros para los próximos 12 meses, en un escenario donde la compañía tendrá que demostrar que su estrategia puede revertir la tendencia negativa que atraviesa.