Los mercados financieros permanecen prácticamente paralizados este miércoles ante la expectativa de los resultados de Nvidia, la empresa que se ha convertido en el referente mundial de la inteligencia artificial y que publicará sus cifras esta noche.
Con un valor de mercado de 4,4 billones de dólares -el doble del DAX alemán y el 8% del S&P 500-, las declaraciones y proyecciones de la compañía podrían responder a la pregunta que inquieta a los inversores: ¿existe una burbuja en el sector de la inteligencia artificial?
Javier Díaz, analista de Renta 4, describe el contexto bursátil en las horas previas a conocer los resultados del gigante tecnológico.
"Estamos en un mes muy tranquilo, el mes de menor actividad, agosto. Todavía hay mucha gente que sigue de vacaciones, muchos inversores que tienen ahora mismo su periodo estival disfrutándolo".
Nvidia: de referencia empresarial a barómetro global
El analista destaca cómo Nvidia ha trascendido su condición de simple empresa tecnológica: "Ha pasado de ser una referencia micro a prácticamente ser un barómetro de mercado global", señala Díaz.
Los inversores estarán pendientes esta noche de tres aspectos fundamentales: si los resultados se desvían de las previsiones del consenso (que apuntan a un crecimiento de ingresos del 54% y un beneficio por acción casi un 50% superior al del año anterior), los comentarios de su CEO, y las perspectivas futuras sobre la demanda de soluciones de inteligencia artificial.
"Todo lo que sean desviaciones hacia arriba o hacia abajo de estas tres principales medidas financieras provocaría cierta reacción", explica Díaz, quien advierte que será difícil determinar en una sola jornada si existe o no una burbuja en el sector: "Habrá que dejar al mercado no solo la sesión de mañana en la que se cotizarán los resultados, sino alguna sesión más para verdaderamente hacer un buen escrutinio".
Además de la expectativa por Nvidia, los mercados también observan con preocupación dos factores políticos. Por un lado, la posibilidad de que Donald Trump intente destituir a Lisa Cook del Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal, lo que podría comprometer la independencia del banco central estadounidense. Por otro, la crisis política en Francia con una posible moción de censura que genera dudas sobre sus cuentas públicas.