El reciente colapso de los servidores del Chicago Mercantile Exchange (CME) no fue un simple "problema de refrigeración" como se informó oficialmente. Según revela Alberto Iturralde, analista independiente y responsable de Operativa Dax, detrás de este incidente se esconde una crisis mucho más profunda en el mercado de metales preciosos, especialmente en la plata.

Clase Magistral | La verdad detrás de la caída de CME Group para Alberto Iturralde

Un operador chino exigió la entrega de 37 millones de onzas de plata, provocando el colapso del mercado de futuros más importante del mundo.

El verdadero detonante: 37 millones de onzas de plata

Hace aproximadamente una semana, el CME, considerado el mercado de derivados más importante del planeta por manejar todos los futuros de la deuda estadounidense, oro, plata y muchos más activos, quedó completamente paralizado durante más de un día. La explicación oficial apuntaba a problemas en los sistemas de refrigeración.

"Es muy raro que se produzca un problema de refrigeración en esos servidores porque el sistema tiene doble redundancia", explica Iturralde, quien señala que estos sistemas cuentan con tres niveles de seguridad precisamente para evitar caídas catastróficas como la ocurrida.

La investigación de Iturralde sugiere que el verdadero motivo de la caída está relacionado con un operador localizado en China que compró contratos por 37 millones de onzas de plata y exigió la entrega física del metal. El problema surgió cuando CME se encontró sin el subyacente necesario para realizar dicha entrega.

"Lo que ha sucedido es que cuando ha exigido la entrega, el mercado CME no tenía el subyacente para realizar la entrega", afirma el analista, revelando una práctica habitual en los mercados de futuros: negociar más contratos que la cantidad física disponible, confiando en que la mayoría de posiciones se liquidarán antes del vencimiento sin solicitar el metal físico.

La anomalía del mercado que lo delata todo

Una evidencia clave que apoya la teoría de Iturralde es que tras el incidente se produjo un fenómeno extremadamente raro en el mercado de metales: el "backwardation", situación en que el futuro cotiza por debajo del precio spot (contado), contrario al habitual "contango" donde el futuro siempre está por encima del contado.

"En el mercado de futuros siempre se produce, sobre todo en metales, un efecto que se llama contango. Que el futuro se encuentra por encima del spot", explica el analista. "La anomalía del backwardation no había sucedido nunca en la medida en la que ha sucedido durante la semana siguiente al problema en los servidores de CME".

El incidente revela un problema mucho más profundo en el sistema financiero global. Según Iturralde, la congelación de activos rusos por parte de Estados Unidos en 2022 ha sido "el mayor error de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial", ya que envió una señal clara a China de que la deuda estadounidense ya no es segura como reserva de valor.

"China no tiene ningún interés en tener una moneda hegemónica, pero yo tengo muchos dólares. ¿Cómo consigo que esos dólares no se deprecien?", plantea Iturralde, explicando que la respuesta es convertirlos en oro y plata, metales que históricamente han servido como reserva de valor.

Las consecuencias para el precio de la plata

El analista advierte que la plata, que recientemente alcanzó máximos históricos por encima de los 57 dólares, seguirá con un comportamiento extremadamente volátil. "Las pautas de la plata son explosivas en los dos sentidos, tanto al alza como a la baja", señala Iturralde, quien recomienda cautela a los inversores.

"Va a llegar un momento en la plata en el que va a estar súper disparada, más que ahora, y va a marcar un techo y va a tener una caída brutal"

Iturralde no duda en calificar lo sucedido como un fraude deliberado: "Es un fraude a quien estaba largo en el futuro de la plata, porque tenía que haber subido mucho más". La manipulación, según explica, consistió en cerrar el mercado temporalmente hasta conseguir el metal suficiente para evitar un "short squeeze" (estrangulamiento de cortos) que habría disparado el precio de la plata de forma salvaje.

Este incidente pone de manifiesto la fragilidad del sistema financiero global y las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, en un momento en que los metales preciosos vuelven a ganar protagonismo como reserva de valor frente a las incertidumbres monetarias globales.