El Banco de España ha elevado hasta el 3,2% la previsión de crecimiento del PIB para este año, cuatro décimas más que su estimación anterior del mes de junio, y ha destacado el "elevado grado de inercia" que posee la economía española y que, de momento, le ha permitido sortear los posibles "efectos adversos" derivados de la prolongación de la etapa de interinidad del Gobierno. Para 2017 y 2018 mantiene en el 2,3% y el 2,1% el crecimiento previsto.

Así lo indica la autoridad monetaria en su último Boletín Económico, en el que además de recoger sus nuevas proyecciones económicas sobre España, advierte de que no cabe descartar que el "impacto negativo" de la falta de Gobierno "acabe produciéndose", ya que la interinidad del Ejecutivo está impidiendo, por un lado, acometer medidas para controlar el déficit y, por otro, está afectando a la confianza de los agentes privados y, por tanto, a sus decisiones de consumo, inversión y contratación.

La dilación del Gobierno de la nación, añade el Banco de España, afecta también al calendario de aprobación de las reformas estructurales que son necesarias para incrementar el crecimiento potencial de la economía. "Cualquier retraso en este sentido conlleva consecuencias adversas sobre la actividad, toda vez que habitualmente transcurren lapsos de tiempo no desdeñables entre la adopción de las medidas y el momento en que estas empiezan a surtir efectos palpables", advierte.

En cuanto a la evolución del mercado de trabajo, el Banco de España prevé que se continúe creando empleo a tasas elevadas, con lo que mejora el crecimiento del empleo este año, hasta el 2,9% (cuatro décimas más que la estimación de junio) y mantiene en el 2% y el 1,8% la previsión para 2017 y 2018, respectivamente.

De esta forma, la tasa de paro se situará este año en el 19%, siete décimas menos que lo estimado en junio, bajará al 17,8% en 2017 (medio punto menos que la estimación previa) y se colocará por debajo del 17% en 2018 (16,7%), seis décimas menos de lo que predijo el Banco de España antes del verano.

En el ámbito de los precios, estima que, tras registrar un retroceso del 0,3% en 2016, el IPC podría crecer en torno al 1,5% en 2017 y una décima más en 2018, en línea con la recuperación proyectada para el precio del crudo y para la inflación subyacente. En comparación con los datos de junio, la inflación se revisa al alza en tres y una décima este año y el siguiente, respectivamente.