Las condiciones meteorológicas tienen un impacto directo en la producción de los parques eólicos, una realidad que se vuelve más compleja ante el cambio climático. Los especialistas analizan estas variables y sus efectos en la generación de energía, así como las posibles soluciones para mitigar sus consecuencias.

Análisis con Enrique Doheijo, director de Energía en Deloitte, y Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica:

Ondas del Viento

Tendencias climáticas que modifican la producción

Enrique Doheijo, director de Energía de Deloitte, afirma que "el recurso eólico está afectado por variables meteorológicas: la temperatura, la humedad, la presión, la misma dirección del viento. Lo que estamos viendo es que en la mayoría de las localizaciones estas variables no fluctúan respecto a una media, sino que tienen unas tendencias determinadas".

El experto explica que "si tú coges una serie de los últimos 40 años en la mayoría de las localizaciones del mundo, ves que la tendencia de la temperatura es a subir. Cuando la temperatura aumenta, la densidad del viento es menor, por lo cual la producción eólica es menor". Esta situación se agrava porque "al aumentar la temperatura aumenta la humedad, y al aumentar la humedad también la densidad del viento es menor, por lo cual tenemos menor producción".

Fenómenos extremos y su impacto

"Estamos viendo, en muchas localizaciones, fenómenos extremos que anteriormente nunca se manifestaron: olas de frío, olas de calor", advierte Doheijo. Estas condiciones no estaban consideradas cuando se instalaron muchos parques eólicos, lo que representa un nuevo desafío para la industria.

"Llama mucho la atención a los agentes del sector que la dirección del viento está cambiando en las localizaciones, que es una cosa que parecía rara", destaca Doheijo. Este cambio resulta especialmente problemático porque "el parque eólico estuvo establecido de acuerdo a unas condiciones iniciales de comportamiento del viento y de dirección. Al cambiar la dirección, hay que buscar formas más o menos sofisticadas de volver a alinear y optimizar la producción".

Impacto económico y medidas de mitigación

Los cambios en las variables meteorológicas tienen un impacto directo en el negocio, en los ingresos, en la producción y en los equipos.

Entre las medidas de mitigación, Doheijo menciona varias opciones: "Si tienes un tema de frío intenso, puedes adoptar algún mecanismo de los múltiples que hay para eliminar el hielo de las palas, pero este mecanismo es bastante caro. Puedes optar también por cambiar el anemómetro y utilizar en vez de los tradicionales, anemómetros sónicos".

Para situaciones de calor extremo, "puedes modificar los aceites que utilizas porque te dan mayor rendimiento" o "modificar la nacelle para que haya más corriente de aire y entonces se refrigere el equipo y no alcance altas temperaturas".

Las condiciones ideales para un aerogenerador, según Juan de Dios López, serían similares a las preferidas por los humanos: "temperaturas medias y razonables, entre 15 y 25 grados, sin demasiada turbulencia, con velocidades de viento relativamente estables que no cambien demasiado rápido, y por supuesto, mínimo de eventos de calor extremo, frío extremo, ráfagas o tormentas".

El reto para la industria eólica es adaptarse a un entorno cambiante, donde las condiciones para las que fueron diseñadas las instalaciones están evolucionando. La monitorización constante y la implementación de soluciones técnicas específicas serán fundamentales para garantizar la eficiencia de esta fuente de energía renovable en un escenario de cambio climático.