Muy activa últimamente la Comisario europea de la Competencia Vestager: Tras GOOGLE, GAZPROM.

La Comisión ha valorado el caso, comparado costes y estudiado los precios finales en diferentes países y se ha decidido a realizar formalmente la acusación tras varios años de discusiones.

Parece que se repite el caso contra Google que comentábamos hace apenas unos días, aunque hay una gran diferencia porque todo apunta a que Gazprom confía en llegar a un acuerdo entre el Gobierno de la Federación Rusa y la Comisión Europea.

Desde luego, nadie se cree que se trate, únicamente, de un caso de corte legal.

Se acusa a Gazprom de que en sus acuerdos prohíben la exportación del gas, solo puede venderse en el preciso país objeto del contrato o incluso exclusivamente a ciertos clientes.

En algunas naciones, la investigación cree que los mayoristas y los clientes industriales son obligados a invertir en infraestructuras, del tipo gaseoductos, que son de sus interés.

La compañía se defiende afirmando que respeta todas las normas del Derecho Internacional y la legislación nacional de cada uno de los países donde opera y recalca que los precios del gas se ajustan plenamente a los estándares que siguen otros productores y exportadores.

En este sentido, sorprende la falta de actuación de las respectivas autoridades de cada uno de los países afectados. Lo legal y lo político van de la mano en este nuevo caso en materia de competencia.

Si hablamos de lo legal, de nuevo se espera una multa descomunal. Y si de geopolítica igual hay que incluir, a partir de ahora, las acusaciones en materia de competencia entre las acciones diplomáticas de los estados en una fase previa a la llamada de consultas de los embajadores. En cualquier caso, demuestra la tibia respuesta de Bruselas a la actitud de Rusia en tantos frentes.


Arcadio García Montoro. Abogado