¿Qué pasaría si Uber entrara en el negocio tradicional del taxi? Es imposible parar la tendencia hacia la economía colaborativa. No olvidemos que las últimas estimaciones realizadas consideran que el valor de una compañía como Uber supera los 50 Billones de dólares.

En Bruselas, mientras que por un lado se confirma la prohibición de finales de abril que impedía a Uber prestar sus servicios tal y como los conocíamos hasta ahora en España, por otro, la famosa compañía que ofrece transporte de pasajeros se adelanta y estratégicamente pone a disposición de sus clientes una opción que podría cuajar en el mercado y sobre todo, ser permitida por las correspondientes autoridades.

Uber distingue entre el servicio polémico denominado UberPop y la línea UberX.

Aunque esta denominación ha sido utilizada ya con anterioridad, en este caso este nuevo servicio dispone de conductores con licencia. Es decir, se adecúa mejor al modelo de negocio regulado que tenemos en tantas ciudades para el taxi.

Seguramente el objetivo perseguido es doble: La permanencia en el mercado y la recogida de frutos de la marca que tanto impacto ha ocasionado en el sector.

En este sentido hay que decir que la aportación de Uber al transporte fue que  consideró a los conductores como contratistas independientes, autónomos quienes asumían sus propios seguros, los riesgos en materia de bajas por enfermedad, los costes del vehículo, su combustible, mantenimiento, y en general cualquier tipo de gasto. En realidad cualquiera que nos esté oyendo dirá que describe lo que uno tiene en mente cuando habla de un taxista… ojo, a excepción del pago de la correspondiente licencia.

Por eso,  ha supuesto un gran avance en muchas ciudades donde ha permitido el acceso al mercado a conductores frente a grandes compañías que acaparaban el sector.