El volumen total crédito en dólares fuera de Estados Unidos se acerca a los 10 billones de dólares y el 40% de esa cantidad se encuentra en países emergentes; en el caso de China el crédito emitido en dólares equivale al 10% de su PIB, 1,2 billones de dólares, y en el caso de Brasil el crédito emitido en dólares equivale al 17% de su economía. Estas cifras evidencian que encarecimiento del precio del dinero que este miércoles 16 de diciembre ha anunciado la Reserva Federal tiene efectos más allá de las fronteras estadounidenses. En lenguaje sencillo, repercute directamente en el coste del crédito emitido en todo el mundo porque las condiciones de financiación se encarecen.

Este es solo uno de los muchos los frentes que se abren tras la primera subida de tipos desde 2006 en Estados Unidos. Ahora la incertidumbre nos acompañará en 2016, porque tendrá que ser reunión a reunión cuando comprobemos el ritmo real de subidas de tipos de interés. De hecho la propia FED explica en el comunicado emitido tras la reunión que futuras decisiones estarán determinadas por los datos que se vayan conociendo.

Recuerden que si bien la economía de Estados Unidos ha visto como la tasa de desempleo baja al 5% y la inflación interanual de noviembre ha crecido al 0,5% (uno de los mayores incrementos de los últimos mese),  algunos economistas advierten de que se mantienen las dudas sobre el estado real de la economía estadounidense después de conocer datos como el último ISM Manufacturero en el que se muestra debilidad en la actividad de las fábricas del país (debilidad similar a la que mostró el dato en recesiones previas). La economía de Estados Unidos crece, pero las incertidumbres que acarrea poner fin a la era del dinero barato hace que muchas voces cuestionen el momento elegido por la FED para por fin subir el precio del dinero.

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