La empresa alemana Daimler ha detenido temporalmente las entregas de un motor de camión tras descubrir que, en ciertas condiciones de conducción, sus emisiones de óxido de nitrógeno podrían exceder los límites legales. Daimler informó a la Autoridad Federal de Transporte Automotor de Alemania el mes pasado tras la publicación de un reportaje en el periódico Bild am Sonntag. La empresa ha dicho que desde entonces estableció un diálogo "constructivo" con la autoridad alemana.

Según el Bild am Sonntag, Daimler habría descubierto durante las comprobaciones internas que el software que utilizaba el motor del camión OM 501 detiene, en determinadas circunstancias, la inyección de AdBlue: un aditivo de nitrato de urea que se utiliza para neutralizar las emisiones de óxido de nitrógeno. El motor se vendió en camiones Mercedes-Benz en Europa hasta 2013, y actualmente sólo se vende fuera de Europa. "Hasta que se aclaren los problemas técnicos, la compañía ha tomado la decisión precautoria de no entregar más este motor", ha dicho Daimler.

Para la compañía, el informe es engañoso y el sistema de diagnóstico a bordo del motor está diseñado para gestionar el flujo de AdBlue en circunstancias inusuales, como cuando el motor funciona con biodiésel. Esto evitaría que las inyecciones excesivas de AdBlue provoquen la liberación de amoníaco, que en altas concentraciones puede actuar como irritante respiratorio. "En el curso de las pruebas de los reguladores, Daimler encontró situaciones aisladas en las que un motor de seis cilindros para camiones pesados de la norma Euro V superaba ligeramente los límites relevantes de óxido de nitrógeno", afirma la compañía.

Los fabricantes alemanes de automóviles han estado bajo un intenso escrutinio desde el escándalo "Dieselgate" de 2015, en el que Volkswagen admitió el uso de software ilegal que dirige sus motores diésel para hacer trampas en las pruebas de emisiones. Volkswagen alcanzó un acuerdo multimillonario en Estados Unidos, pero el escándalo sigue resonando en Alemania, donde el jefe de su unidad de Audi, Rupert Stadler, ha sido arrestado en una investigación separada.