España ha entrado oficialmente en déficit ecológico. El pasado 23 de mayo nuestro país alcanzó el Earth Overshoot Day, la fecha que indica el momento en que habríamos consumido todos los recursos naturales que el planeta puede regenerar en un año, si toda la población mundial viviera como el español medio.

España lleva una semana en déficit ecológico

El 23 de mayo, nuestro país alcanzaba el "Earth Overshoot Day", ¿qué significa esto? Lo explica Sergi Simón, de EALDE Business School.

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Este indicador ambiental, que cada año se adelanta, refleja un ritmo de consumo insostenible y plantea serias preguntas sobre nuestro modelo económico. Para analizar sus implicaciones, Mercado Abierto de Capital Radio ha contado con Sergi Simón, coordinador de los Programas de Gestión de Riesgos y Sostenibilidad de Ealde Business School.

¿Qué significa realmente el Earth Overshoot Day?

"La idea es que si toda la población mundial viviera como vive el español o la española medios, el planeta hubiera consumido ya todos sus recursos el 23 de mayo", explica Simón. "Es como si la cantidad de agua que puede caer en un año nos la hubiéramos bebido entera el 23 de mayo. A partir de esa fecha, ya no tenemos más remedio que tirar de reservas".

Este cálculo lo realizan organismos internacionales que colaboran con Naciones Unidas, tomando como referencia el consumo medio por habitante en cada país y determinando cuántos recursos van asociados a ese consumo, en relación con la capacidad de producción del planeta.

Simón destaca un dato alarmante: "En el año 71, el Overshoot Day estaba en el 25 de diciembre. Es decir, la población humana era capaz de consumir lo que el planeta producía durante todo un año hasta el 25 de diciembre. En estos 50 años, hemos pasado del 25 de diciembre al 23 de mayo, si todo el mundo consumiera como en España".

El dilema ético del consumo global

El análisis revela una contradicción fundamental en la economía global actual. "El modelo de demanda y de producción y consumo actual no es sostenible, no solo desde una perspectiva ecológica, sino desde una perspectiva de materias primas", señala Simón.

Pero además, surge un dilema ético: "Los países más desarrollados, que somos los que hacemos descender más esta fecha, somos los que estamos presentando menores índices de natalidad. Mientras tanto, los países emergentes, que tienen las grandísimas poblaciones mundiales en Asia y África, son los que están adquiriendo ese nuevo estatus de clase media y aspiran a consumir a la misma velocidad que nosotros".

Esta situación plantea una pregunta incómoda: "¿Con qué autoridad moral puedes decirle a alguien que está adquiriendo la clase media que no podrá tener dos vehículos o que no podrá cambiar el móvil cada año?"

Casos extremos y comparativas internacionales

Otros países presentan situaciones aún más preocupantes. En el caso de Catar, si toda la población mundial consumiera como el catarí medio, "el 1 de febrero el planeta ya no tendría más recursos para seguir dando a ese nivel", advierte Simón.

Curiosamente, China ha empeorado drásticamente su situación: "Los chinos han saltado de agosto, que estaban más o menos el año pasado, al 23 de mayo", coincidiendo con España pero con importantes diferencias de escala: "El 23 de mayo de 1.300.000.000 de chinos no es el 23 de mayo de 50 millones de españoles".