El BCE, que hoy ha dejado los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%, ha rebajado las previsiones de inflación para la Eurozona. Ahora espera un IPC del 0,1% en 2015 (en junio pronosticaba un 0,3%), del 1,1% en 2016 (antes un 1,5%) y del 1,7% en 2017 (frente al 1,8% previsto en junio). Draghi ha explicado que la moderación en el ritmo de incremento de precios obedece sobre todo a las caídas del precio del petróleo. El BCE también espera que la Eurozona modere el ritmo de expansión hasta un 1,4% en 2015 (1,5% era la previsión de junio), un 1,7% en 2016 (frente al 1,9%) y un 1,8% en 2017 (frente al 2% pronosticado en principio).
Otra de las novedades radica en la decisión del BCE de elevar del 25% al 33% el límite de compra de emisiones de bonos.