En vísperas de la COP30 en Brasil, el panorama energético mundial presenta importantes desafíos y oportunidades de inversión. La creciente demanda energética de los centros de datos, el giro en la política estadounidense tras el regreso de Trump y el liderazgo de China en energías limpias conforman un escenario complejo que requiere un análisis detallado.
La próxima Cumbre del Clima en Brasil centrará su atención en temas como la deforestación y la reducción de plásticos, aunque con expectativas moderadas. Natalia Luna, analista sénior de Inversiones y responsable de investigación temática en Sostenibilidad de Columbia Threadneedle, pone en contexto el alcance real de estas reuniones.
Natalia Luna, analista de Columbia Threadneedle, analiza las oportunidades de inversión en energía ante la COP30, el cambio de política en EE.UU. y el auge de la IA.
"La expectativa sobre estas COP hay que ponerlas en contexto y entendiendo muy bien las limitaciones que tiene. Va a hacer diez años desde la primera, y yo creo que se avanzó bastante en decir: 'Bueno, hay un objetivo global de reducir emisiones', pero realmente hay 200 países, la COP no exige, no pone objetivos que se puedan exigir"
Luna destaca la ausencia significativa de los dos mayores emisores mundiales: Estados Unidos y China, lo que complica aún más la obtención de acuerdos vinculantes. El regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense y su salida del Acuerdo de París plantea interrogantes sobre el futuro de las energías limpias en el país. Sin embargo, según Luna, la realidad es más matizada.
Energías renovables resistentes pese a Trump y China, líder silencioso en energías limpias
A pesar de los recortes en incentivos fiscales, la inversión en renovables sigue creciendo por dos factores fundamentales: "Los motores de inversión en energías limpias en Estados Unidos están llevados por temas económicos y por demanda. Los costes de las renovables ya son competitivos con los de fossil fuels. Y luego por el tema de demanda, hay tanta demanda de electricidad, especialmente en Estados Unidos por la expansión de artificial intelligence y de data centers".
Aunque China es frecuentemente criticada como el mayor emisor mundial, la analista de Columbia Threadneedle señala un dato poco destacado: "China es el mayor inversor a nivel global de energías limpias. El 65% de la inversión global la hace China, y en todo, desde energía solar, energía eólica, baterías, nuclear están expandiendo muchísimo, coches eléctricos".
Esta estrategia no responde principalmente a objetivos ambientales, sino a una visión pragmática: "No es porque estén pensando en descarbonizar el mundo, lo hacen por temas de seguridad energética e independencia energética. Como llevan años invirtiendo en esto, se han convertido en los mayores líderes de todo el proceso de manufacturación de todos los componentes que se necesitan para todas las energías limpias".
"Trump manifiesta una animadversión a las energías renovables y está más a favor de las fósiles. Pero lo que hay que entender es que, de todas las energías limpias, realmente donde es más desfavorable es en la energía eólica, porque ha prohibido los nuevos permisos"