El Aeropuerto Internacional de Hong Kong, el octavo más concurrido del mundo, ha reanudado sus operaciones de manera normal esta mañana del martes, tras cancelar 90 vuelos la noche anterior cuando, por cuarto día consecutivo, los manifestantes tomaron la terminal central.

La alcaldesa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, dijo que la recuperación de la ciudad tras las protestas que han arrasado con el centro financiero asiático podría llevar mucho tiempo y que ella sería responsable de la reconstrucción de su economía "después de que cese la violencia".

El aeropuerto

La noticia ha sido publicado en la aplicación del Aeropuerto Internacional de Hong Kong y en la terminal aérea, en la que señala que los manifestantes fueron la causa de detener los vuelos del lunes.

"El Aeropuerto Internacional de Hong Kong implementará la reprogramación de vuelos y con vuelos que se verán afectados", indica la comunicación oficial.

Los manifestantes que ocuparon la sala de llegadas durante los últimos cinco días fueron pacíficos y la mayoría abandonó el aeropuerto poco después de medianoche, al comenzar el 12 de agosto, aunque algunos continuaron en el lugar sin causar ninguna interferencia a las actividades y sin intervención policial.

La mañana del martes solo quedaban unos cuantos y ya se habían retirado muchas de las pancartas que los manifestantes instalaron por las terminales.

El mayor golpe a la economía de la ciudad

El lunes, el aeropuerto de Hong Kong canceló todos sus vuelos, en medio de acusaciones de las autoridades contra los manifestantes por su presencia en una de las terminales con más tránsito del mundo.

Algunos de los aproximadamente 5.000 activistas que ocupaban la sala de llegadas del aeropuerto por cuarto día consecutivo acudieron a la zona de salida y provocaron disrupciones, dijo la policía de Hong Kong en una ruedaa de prensa.

“Las operaciones en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong se han visto seriamente interrumpidas”, dijo la autoridad de la términal aérea. “Se aconseja a todos los pasajeros que abandonen los edificios de la terminal lo antes posible”.

Las protestas han sumido al territorio en una de sus crisis más graves en décadas, presentando uno de los mayores desafíos populares al presidente chino Xi Jinping.

“Hong Kong ha llegado a un punto crítico. Todos los que están preocupados por el futuro deben decir no con firmeza a todos los comportamientos violentos, decir no a toda la gente violenta”, dijo el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, el 11 de agosto.

El hecho representa el mayor golpe a la economía de la ciudad desde que iniciaron las protestas a principios de junio.

Reuters