En el último informe, el BCE señala que a principios del año que viene evaluarán el efecto de los estímulos monetarios puestos en marcha y las perspectivas de evolución de los precios. Además analizarán la reciente bajada de los precios del crudo.
Según las proyecciones macroeconómicas de diciembre de 2014, elaborados por los expertos del Eurosistema, prevén que el PIB real crezca un 0,8% en 2014, un 1% en 2015 y un 1,5% en 2016. Se revisa por tanto a la baja respecto a las estimaciones que realizaron en septiembre. Se han corregido a la baja tanto las proyecciones de demanda interna como de exportaciones netas.
En cuanto a la inflación, prevén que se sitúe en el 0,5% este año, un 0,7% en 2015 y el 1,3% en 2016. Y advierte de que estas previsiones no recogen las últimas caídas del precio del petróleo por tanto, el IPC podría volver registrar movimientos a la baja.
Los riesgos en torno a las perspectivas económicas de la zona euro son a la baja. En particular, creen que el débil impulso del crecimiento y elevados riesgos geopolíticos podrían frenar la confianza y sobre todo la inversión privada. Además insiste el BCE en que los avances de las reformas estructurales son insuficientes y constituyen un riesgo a la baja fundamental.