La Unión Europea ha decidido cambiar su estrategia para el sector de la automoción, rectifica su postura inicial y permitirá que se comercialicen coches de combustión interna después de 2035, aunque con condiciones y en un porcentaje limitado. Según Susana Solís, eurodiputada del PPE y miembro de las Comisiones de Medio Ambiente, Industria y Energía, y Mercado Interior del Parlamento Europeo, "la Unión Europea y la Comisión han puesto un poco de sentido común, ha escuchado por fin al sector y ha rectificado porque no va a haber prohibición del motor de combustión en 2035".
La nueva propuesta establece un objetivo de reducción de emisiones del 90% para 2035, deja un margen del 10% donde los consumidores podrán elegir entre diferentes tecnologías. "Todas las que contribuyen a reducir emisiones deben ser tenidas en cuenta: híbridos, híbridos enchufables como transición y también combustibles renovables", señala Solís.
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La Eurodiputada del PPE celebra la rectificación de la UE en automoción
El reto de los coches asequibles
Esta rectificación llega tras la publicación del informe Draghi, que advierte sobre la pérdida de competitividad de Europa frente a China y Estados Unidos. "Hemos visto mayorías que se han dejado llevar por el sectarismo ideológico y no por el pragmatismo o la industria", critica la eurodiputada.
Uno de los principales desafíos es recuperar la fabricación de coches eléctricos asequibles en Europa. "Recordamos todos que antes te podías comprar un coche por debajo de 15.000 euros, ahora eso es imposible", recuerda Solís, quien destaca que la nueva propuesta también incluye la creación de "una categoría de coches eléctricos pequeños y económicos y además europeos".
Para España, esta medida resulta especialmente relevante dado que la industria automotriz representa aproximadamente el 10% del PIB nacional, considerando efectos directos, indirectos e inducidos.
Más flexibilidad y menos burocracia
Entre las medidas propuestas también figura la reducción del objetivo de emisiones para vehículos comerciales y furgonetas, que pasa del 50% al 40% para 2030. Además, se plantea una importante simplificación normativa para el sector.
"Tenemos mucho solapamiento de distintos reglamentos. Se ha presentado un paquete de simplificación normativa para que nuestros fabricantes puedan dedicarse a innovar y no a estar todo el día introduciendo nuevos reglamentos", explica la eurodiputada, quien asegura que esta no será la única rectificación: "No es una marcha atrás cuando se rectifica, si se hace bien y sobre todo si se hace de mano de los sectores".
La propuesta deberá ahora negociarse en el Parlamento Europeo, donde Solís confía en encontrar los apoyos necesarios para que la industria pueda contar con la seguridad jurídica que necesita para planificar sus inversiones futuras.