Europa, liderada por destinos mediterráneos, registró un incremento extraordinario de las llegadas internacionales para una región tan grande y más bien madura, del 8%, el mismo que tuvo África, que consolida, así, su recuperación iniciada en 2016, mientras que Asia y el Pacífico contabilizaron un 6% de turistas más; Medio Oriente, un 5% superior, y las Américas, un 3% más.
Se espera que este fuerte incremento en Europa, que se sitúa muy por encima de la tendencia sostenida y constante del crecimiento del 4% o superior que se había registrado desde 2010, tras la crisis económica y financiera de 2009, continúe en el presente ejercicio, aunque a un ritmo más sostenible, de entre un 4% y un 5%.
La OMT apunta a un avance de entre un 3,5% y un 4,5% en Europa y las Américas en 2018; entre un 5% y un 6%, en Asia y el Pacífico; de un 5% a un 7%, en África, y, entre un 4% y un 6%, en Oriente Medio.
El ejercicio 2017 se caracterizó por un crecimiento sostenido en muchos destinos y una firme recuperación en aquellos que sufrieron caídas en años anteriores.
Los resultados fueron impulsados en parte por la recuperación económica global y la fuerte demanda registrada en muchos mercados emisores tanto tradicionales como emergentes, destacando aumentos del gasto turístico de Brasil y Rusia, tras unos años de descensos.