En una conversación cercana y reveladora, Aurelio del Pino, funcionario del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado en situación de excedencia, compartió su trayectoria profesional y su visión sobre el valor de haber trabajado tanto en la administración pública como en el sector privado.
De la biología al derecho: una vocación construida
Aurelio confesó que sus intereses iniciales estaban lejos del mundo jurídico: “Me hubiera gustado poder decir que quería ser futbolista, pero se me daba fatal”. Su paso por Biológicas le dejó aprendizajes útiles: “Soy licenciado en primero, es decir, que aprobé el curso entero, y me ha servido mucho a lo largo de la vida profesional”.
La influencia de su padre fue clave: “El derecho es una carrera en la que tú fijas las reglas de juego. La sociedad vive de las reglas de juego y con esas tienes que conocer primero cuál es la sociedad y luego ver las reglas”.
Su decisión de opositar llegó en un momento complejo: “Ya estaba casado, trabajando y tenía un hijo”. Aun así, se lanzó al desafío motivado por la admiración hacia sus compañeros de biblioteca: “Me admiraba y me motivaba mucho el trabajo que hacían los opositores”.
Incluso vivió el proceso en paralelo al nacimiento de su segunda hija: “La pobre lo sufrió y me ayudó mucho”.
Formación multidisciplinar y vocación de servicio
Sobre el temario de la oposición, destacó su riqueza: “Tenías que estudiar sociología, gestión, estructura económica de España, historia y legislación sectorial”. Y añadió: “Los funcionarios tienen que ser gente no solo que se sepa las leyes, sino que tenga una mente abierta y capacidad para entender los nuevos problemas”.
Aurelio del Pino: "“Las herramientas que usas en la Administración son muy parecidas a las que usa la patronal”
Aurelio ocupó diversos cargos, incluyendo el de subdirector general antes de los 30 años. Participó en momentos clave como el efecto 2000 y la transición al euro: “El efecto 2000 no pasó nada porque se previó con mucha antelación. Se hicieron muchísimas inversiones previamente”.
Sobre su experiencia, afirmó: “He tenido buenos jefes y malos jefes, y se aprende lo mismo de los buenos que de los malos”.
El salto al sector privado: una decisión estratégica
La decisión de pedir la excedencia fue meditada: “No me veía en el momento de seguir una carrera en vertical y dar el paso a la parte política”. En cambio, optó por “conocer cómo se ve esto desde el otro lado de la mesa”.
Como presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados, encontró continuidad en sus habilidades: “Las herramientas que usas en la Administración son muy parecidas a las que usa la patronal” nos decía Aurelio en la entrevista.
Diálogo público-privado: clave para una mejor regulación
Aurelio defendió la importancia de entender la realidad antes de legislar: “La mejor forma de regular es entendiendo cuál es la realidad a la que aplica”. Y añadió: “Tú no puedes regular sin saber qué está pasando, no puedes administrar sin saber cuáles son las preocupaciones del administrado”.
Conocer ambos lados: una ventaja para el país
Para cerrar, dejó una reflexión poderosa: “Conocer los dos lados de la mesa no solo es útil, sino que es bueno para España”. Y concluyó: “Si ese diálogo fuera más fluido, seguramente las cosas serían todavía mejor de lo que se están haciendo”.