La transformación digital está redefiniendo el área financiera y las relaciones entre empresas, clientes y proveedores. Así lo explicó Pedro Fernández Gascueña, Director de Innovación en SERES, en el programa Cibercotizante.
“Cuando yo empecé en los departamentos financieros, lo que teníamos era un software que poco más que valía para introducir asientos, facturas, llevaba la cartera y no mucho más”, recordó. Hoy, la evolución es radical: “Los departamentos financieros se han convertido en un rol mucho más transversal, porque toda esta información que manejan los ERP es un océano de datos”.
Uno de los grandes hitos es la factura electrónica, impulsada por la Ley Crea y Crece. “Lo que va a pasar con la ley es que, de un modo generalizado, todas esas facturas ya electrónicas que permiten conectar los sistemas entre sí, van a estar circulando por el sistema”.
El impacto es evidente: “Si conseguimos reducir el periodo de cobro, las empresas van a tener más liquidez y van a respirar”. Según datos de SERES, “en 2024 la factura electrónica creció más de un 21%, superando los 500 millones de documentos intercambiados en España”.
Sin embargo, Fernández Gascueña advierte que el avance es desigual: “Avanza a dos velocidades. Por un lado, las grandes empresas tienen claro que es un beneficio fundamental… y por otro lado, nos falta ese impulso democratizador de la factura”.
La trazabilidad es otro eje clave. “La trazabilidad es que el proveedor y el cliente están mirando al mismo hecho, como mirar a la misma habitación por dos ventanas distintas. Hemos conseguido que haya empresas que han reducido diez días su periodo medio de cobro. Eso es un disparate en términos de liquidez”.
Pedro Fernández Gascueña SERES: "Hemos conseguido que haya empresas que han reducido diez días su periodo medio de cobro.
La inteligencia artificial también está transformando el sector: “Hoy puedo aplicar inteligencia artificial en procesos enfocados a la reducción de coste… en la gestión del cobro, en la validación de identidad, en el reporting y, por supuesto, los asistentes conversacionales que están encima de todo esto”.
Pero Fernández Gascueña subraya la necesidad de un enfoque ético: “Quizás es necesario introducir un cierto virus humanístico dentro de la IA. Ese objetivo de la IA soberana es garantizar que en Europa disponemos de una IA con criterios que no tienen sesgo geopolítico y que introducen a la persona en los algoritmos”.
La apuesta de SERES y del grupo La Poste se centra en la confianza: “La carta de IA de La Poste establece principios de explicabilidad, transparencia y no sesgo del algoritmo. Todo esto se materializa en el control de un comité formado por expertos internos y externos que velan por los proyectos en todo su ciclo de vida”.