El sistema de verificación de facturas Verifactu, regulado por un real decreto como parte de la ley antifraude, sufre su segunda prórroga. Esta medida, que busca garantizar la autenticidad, integridad y trazabilidad de las facturas mediante software certificado, genera desconcierto, enfado y también alivio entre los distintos sectores afectados.
El aplazamiento no responde a razones técnicas sino a presiones políticas, concretamente porque Junts no va a votar los presupuestos a los que iba vinculado, creando una enorme inseguridad jurídica para las empresas.
Emilio Cabrera, portavoz de Gestha, explica en Capital Radio que "aquellos que vamos a aplicar el sistema, controlarlo e informar sobre ello, hemos sido los últimos en enterarnos". Y añade una crítica directa a la gestión: "Se está trabajando de forma improvisada, y eso es lo que genera inseguridad al final a los ciudadanos, a todas esas empresas, a todas esas pymes".
El sistema de verificación de facturas sufre su segunda prórroga generando reacciones encontradas entre empresas que invirtieron en adaptarse y autónomos aliviados.
Reacciones encontradas ante el aplazamiento
La patronal CEOE y PIMEC critican la improvisación y la desconexión de Hacienda con la realidad empresarial, denunciando lo que consideran un caos normativo. Los autónomos expresan alivio mayoritario por el aplazamiento de un año, aunque mantienen su descontento por la desconfianza que genera esta forma de proceder.
Las empresas que ya han invertido en adaptarse al sistema (con costes cercanos a 7.000 euros en software), además del tiempo en formación, se sienten engañadas al ver todos sus esfuerzos postergados por un año más.
"Solamente el 2% de las empresas a las que les afectaría esa nueva normativa estaban ya preparadas y adaptadas", por lo que el aplazamiento supone "un balón de oxígeno" para muchas empresas, aunque resulta comprensible el malestar de quienes ya habían realizado inversiones.
"Las sanciones que prevé el artículo 201 son sanciones muy gordas, porque hablamos de sanciones de 150.000 euros por ejercicio y tipo de programa por parte de los que lo crean y lo venden, y por 50.000 euros por ejercicio por persona que tenga en su poder esos programas"
¿Qué implica realmente el sistema de verificación?
Cabrera aclara que el sistema no es excesivamente complejo: "No es complicado. Las empresas que producen estos sistemas se tienen que adaptar, pero ya lo han hecho y ya tienen sus programas certificados". Además, destaca que "la Agencia Tributaria pone para aquellos que emiten pocas facturas programas gratuitos en sede electrónica".
El portavoz de Gestha subraya que esta medida "se va a aplicar, esto solamente es que se va a demorar en el tiempo", y explica las dos formas de facturar con el nuevo sistema: mediante Verifactu, donde las facturas llegan automáticamente a la Agencia Tributaria, o con programas certificados que garanticen la trazabilidad.
Un elemento común será que "toda factura que se emita tendrá un código QR" que permitirá verificar su autenticidad, lo que Cabrera considera "una mejora contra la lucha contra el fraude fiscal".