La agencia de calificación ha mantenido en BBB- la nota de la deuda brasileña a largo plazo en moneda extranjera, pero ha bajado la perspectiva de calificación soberana de Brasil de estable a negativa. El difícil contexto político y económico del país es la principal causa de este cambio en la perspectiva, lo que sitúa al país latinoamericano a un paso de perder el grado de inversión .

La agencia explica que Brasil afronta en la actualidad desafíos políticos y ajustes económico pese al ajuste fiscal que llevó a cabo la presidenta, Dilma Roussef, en enero de este año. Además, Standard and Poor´s sostiene que una "serie de investigaciones de corrupción a algunos políticos y empresas está pesando cada vez más en el panorama fiscal y económico del país" .

La economía en Brasil creció tan solo un 0,1% en 2014 y para este año, según varios analistas, se espera una contracción de 1,76% lo que supondría el peor resultado desde 1990.

El cúmulo de dificultades ha obligado al gobierno de Rousseff a reducir su meta de superávit fiscal al equivalente a solo el 0,15 % del PIB y a anunciar un nuevo recorte en los gastos públicos para dejar claro su compromiso con la disciplina fiscal.

Tras el anuncio de la noticia, el gobierno de Brasil se ha comprometido a seguir aplicando la austeridad fiscal y  cambios estructurales destinados a mejorar el déficit público.