La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, cumple este sábado 65 años. Aunque cumple la edad de jubilación, no tiene ninguna intención de dejar las riendas de la entidad. Además, cuenta con un amplio respaldo de los accionistas para seguir al frente del grupo y culminar su transformación.

Todos los detalles, en el podcast:

El Foco | Ana Botín, la presidenta atípica del Ibex 35, cumple 65 años

Ana Botín cumple 65 años sin ninguna intención de jubilarse. Hoy ponemos el foco en la atípica figura de la presidenta del Santander.

Los estatutos del banco no ponen un límite de edad. Y en la última junta del Santander, celebrada en abril, Botín lograba el apoyo del 97,8 % de los accionistas. De este modo, su cargo se alarga hasta, al menos, 2028.

De hecho, su antecesor y padre, Emilio Botín, ocupó la presidencia hasta su fallecimiento, en septiembre de 2014, a falta de pocas semanas para que cumpliera 80 años.
En el IBEX 35, hay al menos otras siete empresas cuyos máximos responsables tienen más de 65 años: Iberdrola, Ferrovial, Endesa, ACS, Sabadell, Enagás y Sacyr.

Pero, sin duda, Ana Botín es de las más mediáticas y de las más atípicas. Además de ser la única mujer de ese grupo. Una mujer feminista. Así se definía ella misma cuando la periodista Pepa Bueno se lo preguntaba en una entrevista en la Cadena Ser en el año 2018.

Tanto revuelo causaron sus palabras que tres meses después, la propia Botín tuvo que hacer una aclaración. La famosa entrevista fue en mayo y en agosto, publicaba un texto en su cuenta de LinkedIn bajo el título: “Por qué me considero feminista y tú también deberías”.

Entre sus reflexiones, Botín señalaba que las mujeres estamos expuestas a experiencias y expectativas muy diferentes a lo largo de nuestra vida. Y si bien decía no creer en el feminismo de cuotas, sí abogaba por lo que llama un feminismo autosuficiente, en el que te puedes valer por ti misma, apuntaba Botín.

La relación con su padre

Otra faceta destacada de su figura es el ecologismo. Su compromiso quedó reflejado en el año 2020, cuando Ana Botín viajó a Groenlandia con el aventurero Jesús Calleja para documentar los efectos del cambio climático y el deshielo en la región.

En ese programa también explicaba que la figura que más la ha influido fue su madre, por encima incluso de su padre. Y es que la relación de su hija con Emilio Botín tuvo luces y sombras.

Ana Botín recordaba el momento en el que, en enero de 1999, durante la fusión del Banco Santander y el Central Hispano, su padre le pidió por teléfono que se fuese, ya que la fusión no sería posible si ella continuaba allí.

Pero luego volvió. En 2010 empezó a hacerse cargo de Santander UK y tras la muerte de su padre en 2014 se colocó al frente del banco, donde ya lleva once años. Y no lo ha hecho nada mal. El Santander ha tocado máximos en más de una década y ha duplicado su valor en el año, con lo que se ha convertido en el banco de mayor capitalización bursátil de Europa continental.

Ahora, tiene por delante una transformación para llevar al banco a ser una plataforma global. Esa metamorfosis que el banco denomina «One Transformation» busca sacar el máximo provecho a la escala del grupo.

En febrero de 2026 el Banco Santander celebrará en Londres su «Día del Inversor» y Botín dará a conocer la estrategia de los próximos años. Un gran proyecto en el que no cabe la palabra jubilación.