España tiene una oportunidad única para convertirse en líder europeo en la producción de combustibles renovables. Así lo afirman representantes de las principales compañías energéticas durante un nuevo programa de "Movilidad Renovable" impulsado por la Plataforma para los Combustibles Renovables, donde destacan las ventajas competitivas del país ante el reto de la descarbonización, por eso la industria pide coherencia regulatoria.

Así lo han comentado David O´Hana, Director de Suministro para el Mediterráneo de bp; Miguel Carpintero, Responsable de Políticas Públicas y Coordinación Europea de Moeve; y Carlos Díaz García, subdirector de Desarrollo de Negocio de Combustibles Renovables de Repsol.

También ha intervenido Inés Cardenal, Portavoz de la plataforma para los combustibles renovables, quien subraya que España posee dos ventajas competitivas fundamentales: el sistema de refino más flexible y competitivo de la Unión Europea y que es el tercer país del continente en materia prima para la producción de combustibles renovables. Cardenal insiste en que los combustibles renovables deben ser tenidos en cuenta de forma efectiva en la transición, ya que solo así se pueden cumplir los objetivos de descarbonización, especialmente en el transporte

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España, un país con potencial para para convertirse en un hub de producción de combustibles renovables

Con David O´Hana, Director de Suministro para el Mediterráneo de bp; Miguel Carpintero, Responsable de Políticas Públicas y Coordinación Europea de Moeve; y Carlos Díaz García, subdirector de Desarrollo de Negocio de Combustibles Renovables de Repsol.

Proyectos en marcha y realidades actuales

"Los combustibles renovables son una parte muy importante de la solución a la reducción de emisiones de CO2 en el transporte y en la economía", asegura Carlos Díaz García, subdirector de Desarrollo de Negocio de Combustibles Renovables de Repsol, quien subraya que actualmente cuentan con más de 1.400 estaciones donde ya ofrecen diésel renovable 100%, capaz de reducir hasta un 90% las emisiones.

David O'Hana, Director de Suministro para el Mediterráneo de BP, respalda la necesidad de una "estrategia de descarbonización multimodal con distintas fuentes y tecnologías", señalando que "la penetración del coche eléctrico es más lenta de lo previsto, especialmente en España", mientras que el 94% del parque automovilístico sigue consumiendo combustibles convencionales.

Miguel Carpintero, responsable de Políticas Públicas y Coordinación Europea de MOEVE, destaca que estos combustibles "pueden utilizarse directamente en los vehículos o motores existentes y aportan una reducción inmediata de hasta un 90% de emisiones en todo el ciclo de vida".

Peticiones al marco regulatorio

Las tres compañías presentan ambiciosos proyectos ya en desarrollo. Repsol ha puesto en marcha la primera planta española de diésel renovable y combustible sostenible de aviación, mientras prepara instalaciones adicionales en Puertollano y Bilbao. MOEVE produce actualmente un millón de toneladas de biocombustibles y está completando una planta en Huelva para añadir 500.000 toneladas adicionales de segunda generación.

BP, por su parte, alcanza ya una producción de 6.500 barriles diarios mediante co-procesamiento de aceite renovable con crudo, y ha iniciado la construcción de una planta de hidrógeno verde de 25 megavatios junto a Iberdrola, fundamental para la producción sostenible de combustibles.

De cara al futuro inmediato, los representantes coinciden en la necesidad de un marco regulatorio coherente. Carpintero pide "que España haga de los biocombustibles un proyecto país", mientras que Díaz García reclama "coherencia regulatoria para que los combustibles renovables se reconozcan en todas las piezas legislativas como una opción para reducir emisiones".