Western Digital ha vuelto a presentar, junto con el fondo de inversión estadounidense KKR & Co, una oferta para adquirir la filial de tarjetas de memoria flash de Toshiba, en un intento de última hora para evitar que el conglomerado nipón firme un acuerdo con su postor favorito.

El fabricante de discos duros, ha mantenido una larga lucha con su socio japonés por la venta del segundo fabricante de tarjetas de memoria NAND y ha pedido a un juzgado de EEUU que bloquee cualquier acuerdo que no tenga el consentimiento de la compañía.

Toshiba esperaba llegar a un acuerdo hoy, coincidiendo con la celebración de su junta de accionistas, después de haber escogido la semana pasada un consorcio japonés, estadounidense y surcoreano para negociar la venta de su rama de chips de memoria. Sin embargo, la compañía nipona ha anunciado que necesita más tiempo para cerrar la esperada venta y que seguirá negociando. 


La compañía nipona ha señalado en un comunicado que está llevando tiempo alcanzar un acuerdo porque "compromete a muchas partes y no se logró en la fecha marcada". Además, ha destacado que intentará "continuar con las negociaciones para alcanzar un acuerdo definitivo lo antes posible". Western Digital ha asegurado que su oferta contempla financiación de deuda para facilitar una venta y reducir los riesgos en materia de competencia.


El principal motivo de la complicada situación financiera de Toshiba ha sido sobre todo por el hundimiento de Westinghouse Electric, su subsidiaria nuclear estadounidense, cuyo endeudamiento ha derivado en su quiebra. La compañía ha asegurado que necesita encontrar un comprador para cubrir los miles de millones de dólares de sobrecostes de Westinghouse Electric y salir de la situación de patrimonio negativo.