La eléctrica muestra una recuperación en sus resultados del primer semestre del año. Iberdrola ha evolucionado gracias al crecimiento de su negocio de Redes en Estados Unidos y Brasil, así como el de Generación y Clientes en México.

En los primeros seis meses del año, Iberdrola ha registrado un beneficio neto de 1.518 millones de euros, un aumento del 42% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha descendido un 3,6% desde el año pasado, hasta los 3.752 millones de euros.

Pese al desarrollo de su negocio de Redes, Generación y Clientes, Iberdrola se ha visto algo afectada por el negocio liberalizado en Reino Unido y el bajo recurso hidroeléctrico y eólico en España. 

Las inversiones de la eléctrica han aumentado un 35% hasta los 2.512 millones, de los que prácticamente todos, el 91%, van destinados al desarrollo de proyectos de redes, renovables y generación con contratos a largo plazo. De las inversiones contempladas en las Perspectivas 2016-2020 (25.000 millones), el 95% está ya ejecutado.

En el ámbito laboral, Iberdrola ha realizado 1.500 contrataciones nuevas durante estos primeros seis meses del año, lo que ha provocado que su fuerza laboral roce las 30.000 personas. Además, ha cerrado compras valoradas en 3.187 millones de euros, un 11,6% más que el año pasado y ya alcanza los 13.800 proveedores.

A partir de este segundo semestre del año, la compañía pondrá en marcha en la mayoría de sus proyectos un total de 1.350 MW, entre los que destaca Wikinger, el parque eólico marino de Iberdrola en el mar Báltico alemán.