Las preocupaciones sobre el sector inmobiliario del gigante asiático persisten pero a pesar de ello, los precios de la vivienda siguen al alza. Y es que el precio medio de nuevas viviendas ha subido en 64 de las 70 principales ciudades chinas , según su Oficina Nacional de Estadísticas.

De entre todas ellas destaca la ciudad costera de Xiamen, cuyos precios han crecido casi un 44% en el último año. De este modo, Xiamen le toma el relevo a la que hasta ahora era la líder indiscutible en este aumento de precios: se trata de Shenzhen, conocida como la Silicon Valley de China, ya que reúne las sedes de algunas de las principales compañías tecnológicas nacionales como Huawei, ZTE o Tencent Holdings.

A pesar de este cambio de liderazgo, Shenzhen todavía impulsa los precios de las viviendas hasta tal punto que sigue siendo la ciudad más cara de China, con un precio medio de más de 8.100 dólares por metro cuadrado. Otras ciudades como Shanghai y Pekín también han registrado fuertes subidas: casi un 38% y un 26% respectivamente.

Las autoridades chinas han expresado en repetidas ocasiones su preocupación por estos precios demasiado inflados. Temen que el estallido de la burbuja perjudique al crecimiento económico del país, dado que la inversión inmobiliaria supone gran parte de la inversión total de China. Tanto es así que en los últimos meses algunas de las principales ciudades han tomado medidas para enfriar el mercado inmobiliario, pero por el momento no han hecho efecto.