En caso de que las cosas fueran mal, asegura que los bancos centrales no permitirían un deterioro económico. En este sentido, Crespo cree que nos dirigimos hacia un capitalismo de Estado.
Señala también que Estados Unidos quiere subir los tipos para después poder aplicar la receta del QE en tiempos de crisis, pero alerta de una posible recesión en el continente americano. Considera que los precios de las materias primas y la deuda avisan de ello.
Crespo asegura que los mercados siguen el patrón de la crisis de los 80. La única diferencia es la fuerte caída del petróleo, pero puede venir también derivada del mal comportamiento de las monedas y los emergentes.
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