El tercer día de cierre de la Administración Federal estadounidense ha generado preocupaciones sobre sus verdaderas motivaciones políticas y económicas. La suspensión ha provocado la cancelación de la publicación de datos de paro, afectando potencialmente a las decisiones de la Reserva Federal sobre los tipos de interés.
José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin en la Universidad de Alcalá, analiza este escenario y señala que la situación actual podría estar siendo aprovechada estratégicamente por la administración Trump.
El director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, José Antonio Gurpegui, advierte sobre el impacto del "shutdown" en los subsidios sanitarios y el control de la Reserva Federal.
"No es descartable este recorte de gastos que quiere llevar la administración, que empezó ya con recortes que no fueron ni mucho menos lo que decían originalmente"
El experto recuerda que ya hubo un cierre administrativo en marzo que duró solo un día, pero las encuestas perjudicaron a los demócratas, quienes fueron percibidos como demasiado complacientes con las exigencias republicanas. Por ello, ahora parecen mantener una posición más firme, especialmente en temas cruciales como la sanidad.
Sin embargo, este pulso político tiene repercusiones económicas directas. El apagón de datos federales, incluidos los de empleo, podría presionar a la Reserva Federal a acelerar o profundizar las bajadas de tipos. "En esta guerra que se trae Donald Trump con la Reserva Federal, todo vale", señala Gurpegui.
La capacidad de aguante, clave en la negociación
El análisis de Gurpegui apunta a que la duración del cierre dependerá de quién ceda primero. "Trump va a tener capacidad de aguante. Ya en el primer mandato tuvo el más largo de la historia, más de un mes, 32, 34 días", recuerda el experto, quien anticipa que probablemente mantendrá esa misma resistencia en esta ocasión.
La verdadera incógnita, según el director del Instituto Franklin, es doble: cuánto tiempo durará el cierre y, cuando se aprueben nuevamente los presupuestos, dónde habrá recortes significativos.
Uno de los puntos más controvertidos en la negociación son los subsidios mejorados del Obamacare. "Eso es lo que quieren recortar los republicanos. El Obamacare ya llegó muy recortado de lo que eran las expectativas primeras", explica Gurpegui.
"Quiere cortar drásticamente no solo estos subsidios de sanidad, pero también otro tipo de subsidios como los cupones de madres solteras"