Las delegaciones comerciales de China y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo marco sobre TikTok que será confirmado personalmente por Donald Trump y Xi Jinping el próximo viernes. Este pacto va más allá de una red social usada por 1.600 millones de personas en todo el planeta y podría impactar otros ámbitos importantes de inversión y relación comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
El asunto de TikTok ha tenido numerosas "idas y venidas" desde 2020, cuando la primera administración Trump lo consideró un peligro para la seguridad nacional estadounidense. La preocupación radicaba en el control chino de los datos de los usuarios americanos, lo que llevó a exigir una separación, venta de la actividad o incluso su cierre.
"El tema de TikTok tuvo muchas idas y venidas. Esto empezó en el 2020, justo en la primera administración de Trump", explica Águeda Parra, analista geopolítica de China Geotech. "Desde el 2022 ya Oracle estaba almacenando los datos de los usuarios estadounidenses, por lo tanto ya hubo un principio de acercamiento a este acuerdo".
China busca reducir aranceles y recuperar el consumo estadounidense mientras despliega una nueva diplomacia internacional más allá de su esfera regional. Lo examinamos con Águeda Parra, analista geopolítica de China Geotech.
Y después de TikTok, ¿qué?: aranceles y dependencia mutua
El principal negociador chino, Li Chenggang, ha comentado que con este acuerdo marco en vigor, Estados Unidos "no debería continuar reprimiendo a las empresas chinas", a pesar de que recientemente se abrió una investigación antimonopolio contra Nvidia en China.
Para China, los aranceles representan un desequilibrio significativo que necesita corregir urgentemente. Águeda Parra señala que "China necesita recuperar ese consumo estadounidense. En agosto ya cayeron las exportaciones un 33% y en el interanual ya está cerca del 15%".
Aunque China está redirigiendo sus flujos comerciales hacia Europa, el sudeste asiático y África, estos mercados no compensan completamente la pérdida del consumo estadounidense, que sigue siendo prioritario como su primer socio comercial.
La dependencia mutua entre ambas potencias va mucho más allá del comercio de bienes de consumo. "La cuestión está puesta en las materias primas, y esas materias primas al final son esenciales tanto para la transición digital como energética", destaca Parra.
China mantiene un dominio en toda la cadena de valor de las tierras raras, desde la extracción hasta el refinado, elementos cruciales para la industria militar estadounidense. "Estados Unidos todavía es dependiente del refinado y la producción de tierras raras por parte de China", añade la analista, lo que genera una preocupación estratégica significativa.
"Se trata de dos grandes titanes que tienen que entenderse mutuamente, no solamente en cuestiones económicas"