El sector de la producción de electrónica y las TIC presenta perspectivas favorables para el próximo periodo, según ha destacado Vanesa Santos, responsable de comunicación de Crédito y Caución. Santos ha señalado que este sector "quizá tenga una mejor perspectiva" al estar estrechamente relacionado con la investigación y el desarrollo, posicionándose como "uno de los que lidera más la carrera de la innovación". Las previsiones apuntan a que crecerá un 4%, cifra superior a otros sectores como el farmacéutico, que crecerá un 2%, mientras la electrónica alcanzará casi el 7%.
Dentro del sector, los semiconductores se perfilan como el segmento con mayor potencial, con un "recorrido de cinco años" por delante. Santos ha destacado cómo "la tecnología se ha convertido para todos" en un elemento esencial, mencionando como ejemplo la importancia que ha tenido en los acuerdos comerciales entre Estados Unidos y China la liberación de aranceles para productos como los teléfonos móviles.
Por mercados, Asia, y especialmente China, lideran la producción, fabricando "la mitad de los productos electrónicos". Por el contrario, Europa se encuentra "por debajo de la media", centrándose en la fabricación de chips de gama media vinculados principalmente a la industria automotriz tradicional, lo que la sitúa en desventaja competitiva.
Respecto a los riesgos del sector, Santos ha identificado la saturación del mercado y la alta competencia como principales amenazas, advirtiendo que cualquier cambio en las relaciones comerciales internacionales podría afectar significativamente al sector.
Escucha aquí todo lo que nos ha contado Vanesa Santos:
Vanesa Santos, responsable de comunicación de Crédito y Caución, presenta el último informe de la compañía sobre la evolución del sector de la electrónica y las TIC
Las claves del informe
El sector de la electrónica y de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) es uno de los que cuenta con mejores perspectivas de crecimiento para los próximos años, debido al avance de la digitalización, la inteligencia artificial y la fabricación de vehículos eléctricos, entre otros factores. De hecho, se prevé que sea uno de los sectores manufactureros de más rápido crecimiento a medio y largo plazo.
Según un reciente informe de Crédito y Caución, la producción de productos electrónicos y TIC crecerá un 6,7% en 2025 y un 4,0% en 2026. La región de Asia-Pacífico es la que cuenta con mejores perspectivas, con el 8% este año, mientras que Europa se sitúa a la cola, con el 1%. Por su parte, los que presentan mayor riesgo son Bélgica, Dinamarca, Turquía, Portugal y Brasil.
Liderar la carrera tecnológica se ha convertido en un objetivo estratégico para los principales mercados. El acuerdo comercial entre Estados Unidos y China favorecerá el crecimiento del sector, junto con la intención de la Administración norteamericana de liberar de aranceles a productos como teléfonos inteligentes, ordenadores personales, monitores, semiconductores y otros tipos de equipos digitales de TIC.
Sin embargo, la industria se verá afectada por los efectos de la guerra comercial. La reducción de la inversión empresarial y la desaceleración de la actividad manufacturera provocarán una menor demanda de chips de gama baja y otros componentes electrónicos. Por ello, se ha recortado en siete décimas las previsiones iniciales de crecimiento de la producción para 2026.
Los componentes electrónicos, las placas y los semiconductores representarán una gran parte del crecimiento del sector en los próximos años, impulsado por la aceleración de la digitalización, la automatización industrial y la mayor necesidad de semiconductores de alta gama, para la inteligencia artificial (IA) y los vehículos eléctricos (VE). Así, se prevé que las ventas de semiconductores crezcan más de un 10% anual en los dos próximos años.
En el caso de Europa y Reino Unido, el informe de la aseguradora estima que la producción crecerá sólo un 1,6% en 2025 y un 1,4% en 2026, tras una contracción del 1,1% en 2024. A largo plazo, el aumento del gasto militar podría suponer un impulso para el subsector, especialmente en Alemania.
Al igual que los países de Asia Oriental y Estados Unidos, la Unión Europea ha aprobado medidas legislativas en apoyo de la industria local de semiconductores y se prevé invertir 43.000 millones de euros en su producción e investigación, con el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones procedentes de Asia y alcanzar una cuota del 20% de la producción mundial de chips para 2030.
Europa sigue centrándose en la fabricación de chips industriales y para la automoción, lo que podría favorecer que las cadenas de suministro sean más resistentes, pero también podría dejar a Europa rezagada en la carrera por la inteligencia artificial.
Los principales riesgos del sector son la saturación de producción de productos como ordenadores o teléfonos inteligentes, además de haberse convertido en un objetivo estratégico para las principales economías. Un mayor deterioro de las relaciones entre China y Estados Unidos podría afectar negativamente a las cadenas de suministro mundiales de TIC y electrónica.