Agencias.- Campbell Soup ha encargado a Goldman Sachs y Centerview Partners la apertura de un proceso para la desinversión -de manera que maximice el valor- de sus negocios fuera de Norteamérica, cuya facturación anual alcanza 2.100 millones de dólares, como parte del plan de reestructuración de la compañía, que pasará a centrarse en sus actividades de aperitivos y conservas en Norteamérica.

De este modo, la multinacional tiene intención de desprenderse de sus filiales Campbell International y Campbell Fresh, cuyas ventas netas durante el ejercicio fiscal 2018 alcanzaron los 2.100 millones de dólares. La multinacional pretende destinar los ingresos por la venta a reducir su deuda.

En concreto, Campbell International incluye los activos de Arnott's y Kelsen Group, además de las operaciones manufactureras de la empresa en Indonesia y Malasia, así como sus negocios en Hong Kong y Japón, mientras que Campbell Fresh está formada por Bolthouse Farms, Garden Fresh Gourmet y el negocio de sopas refrigeradas de la multinacional.

Asimismo, como consecuencia de esta reestructuración de su cartera, la compañía propietaria de las icónicas latas de sopa inmortalizadas por Andy Warhol ha incrementado en 150 millones de dólares (128 millones de euros) su meta de ahorro de costes para 2022, hasta 945 millones de dólares (808 millones de euros).