Nuestro invitado José Luis Ros Medina, es director académico del Máster de Administración Electrónica y Gobierno Abierto de UNIR. Con una amplia trayectoria académica y profesional, Ros Medina compartió su visión sobre los retos de la democracia, el papel del gobierno abierto y la inteligencia artificial en la gestión pública.

José Luis Ros-Medina: "Sin gobierno abierto no se puede desarrollar el gobierno inteligente"

Gobierno abierto y democracia

El entrevistado alertó sobre el deterioro democrático global: “Malos tiempos para la lírica” dijo recordando el título de una canción del grupo Golpes Bajos. Explicó que las democracias ya no mueren por golpes militares, sino por populismos que deterioran las instituciones desde dentro: “Lo que hay son movimientos populistas que van deteriorando las instituciones cuando ganan las elecciones”. Frente a ello, defendió que “sin gobierno abierto no se puede desarrollar el gobierno inteligente”, destacando la transparencia, la participación y la colaboración como pilares esenciales.

Cibercotizante José Luis Ros-Medina

José Luis Ros-Medina Director Académico del Máster en Administración Electrónica y Gobierno Abierto de UNIR

Inteligencia artificial y ética

Ros Medina advirtió: “La tecnología no es neutral”. Recordó que el optimismo tecnológico sin regulación ya mostró sus límites con las redes sociales y defendió que el gobierno abierto es clave para un desarrollo responsable de la IA: “La tecnología, cuando no se regula bien, suele acabar mal”. Citó a Daniel Innerarity para subrayar que el reto de la IA es también social y filosófico.

Redes académicas y participación

Como coordinador nacional de RAGA, reivindicó el papel de la academia: “La academia no puede permanecer aislada en sus torres de marfil”. Insistió en que los investigadores deben salir a la plaza pública y a las redes sociales para explicar, con datos y evidencia científica, la importancia de instituciones abiertas y éticas.

Competencias del futuro

Ros Medina fue claro: “No vamos a proveer a la sociedad de personas que sepan más que una máquina”. Por ello, defendió formar profesionales con pensamiento crítico, competencias éticas y habilidades relacionales: “En este mundo cada vez más artificial, el componente humano habrá que reforzarlo”.