Tras la caída en las ventas de un 10% el pasado año, sus ingresos se quedaron en 716 millones de dólares. Por ello quieren transformar su marca en algo más que un coche, y llegar a convertirse en una imagen de lujo. Cuando el 95% de sus clientes son hombres, esperan encontrar en las mujeres el impulso que sus ventas necesitan.
Andrew Palmer, CEO de la compañía desde Octubre, quiere multiplicar los ingresos de Aston Martin y no descartaría ofrecerse a otra marca de lujo para formar parte de un grupo de lujo.
Este lujo se representa de forma clara en el precio de sus vehículos, cuando el más barato cuesta 135.000 dólares y el más caro alcanza los dos millones. Y la marca tratará de ofrecer su gama de todoterrenos utilitarios, vehículos más familiares, a este nuevo público objetivo, como ya hacen Porche o Range Rober, con Maria Sharapova y Victoria Beckham.