Desde su comercialización masiva, los drones cada día han adquirido más funcionalidad y autonomía. Estas naves no tripuladas que nacieron con fines militares han expandido sus capacidades a múltiples sectores, desde el ocio y el entretenimiento, hasta la producción cinematográfica, pasando por funciones que ayuden a reducir los riesgos para las personas, como inspecciones, rescates o reparaciones en altura.

Sin embargo, también son varios los malentendidos que ya han causado estas pequeñas pero potentes naves. Sin ir más lejos, el pasado junio el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a Irán con un ataque militar como represalia por haber derribado uno de sus drones espías en el estrecho de Ormuz.

Una de las funciones que se mantiene en continuo desarrollo de estos aparatos es el transporte, al ofrecer más rapidez y sostenibilidad, características básicas y necesarias para cualquier empresa o servicio hoy en día. Y es lo que varias compañías tienen como objetivo: ser más eficientes logísticamente. Grandes empresas ya han desarrollado prototipos que permiten entregas mucho más ágiles, entre ellas Amazon y Google, que revolucionarían el servicio de mensajería tal y como lo conocemos. De hecho, ésta última ya ha sido autorizada por la FAA (Administración Federal de Aviación de Estados Unidos) para realizar pequeños transportes en áreas rurales de Virginia, a través de la empresa Wing Aviation.

El mayor problema al que se enfrenta esta tecnología es el espacio aéreo y su regulación. Actualmente la normativa varía según el país en el que nos encontremos, en España se reguló Real Decreto Real Decreto 1036/2017 el pasado 30 de diciembre de 2017 que expone los requisitos mínimos que se deben cumplir para realizar vuelos civiles, como la obligatoriedad de que el aparato esté identificado, una distancia respecto a un aeropuerto o aeródromo o la altura máxima de vuelo entre otras especificaciones.

Siguiendo en España, la automovilística SEAT, con la ayuda del Grupo Sesé, ha desarrollado un prototipo de dron que permita una comunicación entre ambas compañías mucho más ágil. Como explican en un comunicado, gracias a este dron la planta de SEAT, ubicada en Martorell, estará conectada en apenas 15 minutos con el centro logístico del Grupo Sesé, situado en Abrera, lo que antes se traducía en una hora y media de transporte de camión y una mayor emisión de CO2. De esta manera, el transporte e intercambio de piezas de manera rápida será just in time, lo que agilizará la cadena de montaje.

El proyecto está supervisado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y forma parte del plan de Sostenibilidad 4.0 de SEAT, que, como señala el vicepresidente de Producción y Logística de la compañía, Christian Vollmer, le permitirá ser “más eficientes, ágiles, competitivos y sostenibles” debido a las bajas emisiones de sus drones y sus baterías recargables con energías renovables, lo que aumenta su autonomía. Ángel Pueyo, director ejecutivo del Grupo Sesé, cree que “puede optimizar y mejorar la cadena de suministro de los clientes”.