El movimiento de Telefónica para ampliar su presencia en el negocio de la seguridad en el hogar (con la compra de la división de alarmas de Prosegur) no es algo único en el mundo de las grandes tecnológicas.

Amazon o Google son dos de los referentes. Ambas empresas han puesto en marcha sistemas de seguridad inteligentes, en algunos casos también acudiendo a las compras: Amazon compró en febrero de 2018 la empresa de cámaras de seguridad y timbres conectados Ring y unos meses antes había adquirido la startup Blink, de cámaras inteligentes. Pero la compañía de Jeff Bezos tiene su propia línea de soluciones inteligentes para el hogar con productos como Cloud Cam o Amazon Key.

Un sistema de seguridad en el que también juegan un papel importante el asistente Alexa y el altavoz Echo, que te pueden avisar de forma remota si hay algún movimiento extraño en tu casa cuando tú no estás.

En el caso de Google, su sistema de control de la casa inteligente NEST permite a los usuarios manejar las cámaras de la casa y verlas desde sus dispositivos. Tiene sentido que compañías inmersas en desarrollar el Internet de la Cosas y los hogares conectados, como Google, Amazon o Telefónica, pongan también en marcha sistemas de seguridad inteligentes.

Negocio minorista

Aunque esta infraestructura tecnológica puede tener otros usos para estas compañías. Para Amazon es clave en su carrera por ganar a sus rivales minoristas en el ámbito de la entrega de compras a domicilio. Lo hace a través de su servicio Key, que permite llevar los productos hasta el interior de la casa incluso cuando el cliente no está. Se instalan en la vivienda una cerradura inteligente y las cámaras de Cloud Cam en la puerta y el comprador puede seguir en directo la entrega del repartidor.

Su gran rival, Walmart, usa un sistema parecido, aunque aquí la cámara la lleva el propio repartidor en su cuerpo y el cliente, de manera remota, puede monitorizar en todo momento la entrega.