¿Qué esperar de 2026? El analista senior de la gestora alemana Flossbach Von Storch Research Institute, Pablo Duarte, anticipa que el boom de la inteligencia artificial "seguirá siendo un factor clave en la economía global durante 2026", especialmente para Estados Unidos, donde estas inversiones ya contribuyeron con 0.9 puntos porcentuales al crecimiento del 2.1% registrado hasta el segundo trimestre de 2025.
Escucha la entrevista completa en el siguiente podcast de Mercado Abierto:
¿Qué va a marcar la evolución de los mercados en 2026? ¿Es realista esperar otro buen ejercicio? Con Pablo Duarte, analista senior de la gestora alemana Flossbach Von Storch Research Institute.
Estados Unidos como epicentro de inversión
Duarte señala que las inversiones en infraestructura tecnológica continuarán aportando entre 0.4 y 0.5 puntos porcentuales al PIB estadounidense el próximo año. "Lo más interesante es qué va a pasar de aquí en adelante, a unos cinco, seis, diez años", explica. "La gran pregunta va a ser si estas inversiones en infraestructura de inteligencia artificial van a aumentar la productividad de la economía en general o no".
Según el analista, este factor ha sido decisivo para el "excepcionalismo americano" de la última década, haciendo que sea "muy difícil evitar a Estados Unidos" como destino de inversión. "De allá crecerán las nuevas innovaciones, las aplicaciones más productivas de estas nuevas tecnologías, y por ende las ganancias de las empresas americanas seguramente van a ser las más atractivas para los inversores a mediano plazo", afirma.
La deuda pública, ¿disparada?
Al analizar los riesgos para 2026, Duarte destaca especialmente la relación entre endeudamiento y crecimiento económico. "Una deuda pública solamente es sostenible si crece menos que la economía", advierte. "Pero estamos en una situación en que los tipos de interés están siendo más altos que las tasas de crecimiento, Alemania, Francia. ¿Y qué pasa? Cuando los tipos de interés son más altos que el crecimiento, la deuda crece sola".
Esta situación podría provocar que "los costos de servicio de la deuda cada vez van a aumentar y cada vez va a ser menos el espacio fiscal", obligando a los bancos centrales a financiar indirectamente a los gobiernos, "comprando bonos de deuda en el mercado secundario, y esto es una receta inflacionista", concluye el experto.