Los principales índices bursátiles europeos se encuentran atrapados en un movimiento lateral prolongado, según el análisis realizado por Alberto Iturralde, responsable de Operativa DAX.
El experto señala que el CAC, índice francés, mantiene esta tendencia prácticamente desde inicios de 2024, mientras que el DAX alemán presenta un comportamiento similar desde mayo, acumulando ya cuatro meses en esta dinámica.
Analizamos el contexto de mercado y respondemos a dudas de oyentes con Alberto Iturralde, responsable de Operativa DAX.
En cuanto al mercado español, Iturralde observa que "el Ibex sí ha sido más alcista, pero en las últimas semanas sigue por debajo de esa zona de máximos no históricos pero sí máximos que marcó hace unos días".
Esta situación contrasta con el mercado estadounidense, donde la tendencia alcista se ve contrarrestada por el comportamiento negativo del eurodólar, lo que reduce significativamente los beneficios potenciales para los inversores europeos.
Incertidumbre en los índices europeos
El análisis de Iturralde refleja un momento de gran incertidumbre en los mercados. "Normalmente cuando analizamos el mercado siempre hay un sesgo más alcista o bajista de que podamos decir va a hacer tal o cual cosa. Yo ahora llevo ya tres o cuatro días que he comentado que desde que se había cumplido mi objetivo bajista en el DAX no sé lo que va a hacer", reconoce el experto.
Las últimas sesiones han sido especialmente anodinas en su funcionamiento, lo que dificulta establecer proyecciones claras sobre la dirección futura de los índices europeos, generando un escenario de espera entre los inversores.
El oro como valor refugio
En contraste con la incertidumbre bursátil, Iturralde destaca el comportamiento claramente alcista del oro como materia prima. Sin embargo, advierte sobre la necesidad de entender correctamente su función: "Es muy importante, muy, muy importante entender en qué función hay que especular con él solamente en función de cubrir la depreciación de la moneda fiat".
El analista enfatiza que el oro representa actualmente el único activo, junto con la plata, capaz de servir eficazmente como reserva de valor frente a la depreciación monetaria. Esta característica lo diferencia de otros activos como las criptomonedas, que si bien pueden tener utilidad como instrumentos especulativos o para transacciones fuera del sistema tradicional, no cumplen la misma función de preservación del valor.
La situación actual de los mercados europeos parece indicar un periodo de consolidación, mientras los inversores evalúan con cautela sus estrategias ante un panorama donde las ganancias en las bolsas se ven limitadas por diversos factores macroeconómicos, y los activos refugio como el oro cobran mayor relevancia.