En un ambiente enrarecido para Europa, con frentes abiertos con Estados Unidos, China y Rusia, el Viejo Continente ha encontrado un respiro. Los proeuropeos han ganado las elecciones parlamentarias en Moldavia, alejando al país de la órbita de Moscú y permitiéndole continuar su proceso de integración en la Unión Europea.
Daniel Gil, politólogo experto en la región, explica que este resultado es fundamental para la UE.
Una victoria crucial en un entorno hostil
El partido Acción Solidaria, liderado por la actual presidenta del país, ha conseguido en las urnas el respaldo suficiente para mantener a Moldavia fuera de la influencia rusa. Aunque ha perdido apoyo respecto a elecciones anteriores (de 61 a 55 diputados), mantiene la mayoría absoluta con más del 50% de los votos.
Daniel Gil, politólogo experto en la región, explica que este resultado es fundamental para la UE: "La Unión Europea cada vez se encuentra con un entorno más adverso. La guerra en Ucrania no tiene visos de terminar a corto plazo. Tenemos tensiones en Oriente Medio, tensiones también con Estados Unidos. La relación con China también se está deteriorando".
La batalla por la influencia regional
Las elecciones moldavas representan mucho más que un simple proceso electoral nacional. Se han convertido en un pulso geopolítico entre la UE y Rusia, con Moscú desplegando estrategias agresivas para recuperar su influencia. Durante la campaña electoral se evidenció una intensa operación rusa de injerencia.
"Hemos visto una campaña de desinformación rusa bastante agresiva, de propaganda bastante agresiva. Ha habido incluso amenazas del uso de la fuerza por parte de grupos prorrusos. Amenazas de terrorismo. Han amenazado con imponer incluso bombas, artefactos explosivos en centros de votación", señala Gil.
Las tensiones históricas que definen Moldavia
La disputa entre la influencia rusa y europea no es nueva en Moldavia. Según el analista, estas tensiones "definen su historia incluso antes de que Moldavia exista como Estado independiente" y han estado presentes a lo largo de toda su vida política.
Durante décadas, la política moldava se ha dividido entre sectores prorrusos y sectores pro-rumanos (más favorables a la unificación con Rumanía y por tanto a la entrada en la UE). Sin embargo, este sentimiento pro-rumano se ha ido transformando en un apoyo más generalizado a la integración europea, vinculada a la expectativa de mayor desarrollo económico y estabilidad.
Los desafíos económicos y su impacto político
Moldavia, antigua república soviética y uno de los países más pobres de Europa, enfrenta graves dificultades económicas que podrían erosionar el apoyo a las fuerzas proeuropeas. La inflación, aunque en descenso, sigue por encima del 7%, y la dependencia energética de Rusia representa una vulnerabilidad crítica.
A estos problemas se suma una histórica corrupción que el gobierno actual está intentando combatir mediante reformas.
"La situación es complicada para buena parte del electorado que puede tratar de buscar otras alternativas. Pero la campaña rusa ha sido tan agresiva y la dicotomía entre ambas opciones es tan evidente que la mayoría de sectores moderados están virando hacia posiciones proeuropeas", explica Gil.
El lento camino hacia la UE
El proceso de integración de Moldavia en la UE enfrenta obstáculos significativos. Su candidatura está vinculada a la de Ucrania, que debido al conflicto bélico no podrá avanzar a corto ni medio plazo. Además, Hungría está bloqueando ambas candidaturas.
El objetivo de Moldavia es entrar para el año 2030, pero esto requerirá un mayor compromiso por parte de la UE. Si las promesas no se cumplen, el apoyo a la integración europea podría desvanecerse rápidamente, advierte el politólogo.
La victoria proeuropea en Moldavia representa un momento crítico en la geopolítica europea. Sin embargo, para consolidar esta orientación, la UE deberá acelerar el proceso de integración y demostrar que puede ofrecer beneficios tangibles a un país que, pese a sus dificultades, ha elegido claramente su futuro europeo frente a las presiones de Moscú.