El ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, anunciará este lunes un paquete de medidas fiscales para revertir la "situación transitoria de desconfianza y necesitar menos del mercado" y viajará a Washington para definir los detalles de los adelantos de dinero que el Gobierno pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por el momento, los planes de Mauricio Macri pasan por reducir prácticamente a la mitad el número de ministerios e incluir un nuevo ajuste fiscal después de que el peso se haya desplomado un 98% en lo que va de año.


El Banco Central de Argentina elevó la pasada semana las tasas de interés en 15 puntos porcentuales, del 45% al 60%, en un intento por frenar el desplome del peso y la elevada inflación, unos niveles que espera mantener hasta finales de año. De forma adicional, la autoridad monetaria sube cinco puntos los tipos de los depósitos en pesos que la banca tiene que tener inmovilizado para algunas entidades financieras a partir del 1 de septiembre.

A pesar de sus intentos, la moneda argentina se depreciaba un 21% frente al dólar. Mientras, el principal indicador de la bolsa del país, el Merval, sube más de un 6%, impulsado por las compañías exportadoras, que se benefician de la devaluación de la moneda.

Por su parte, el Gobierno descarta que el país recurra, como en otras ocasiones, a suspender el pago de la deuda o a aferrarse a la emisión de dinero. "No hay una solución mágica que esté a mano. Durante nuestra historia en estas situaciones se recurrió a no pagar nuestra deuda, cosa que es absolutamente imposible hoy, o a emitir plata como para generar una ficción, que es absolutamente imposible", aseguraba el jefe del Gabinete de ministros, Marcos Peña, en declaraciones a Radio Mitre.

Estos movimientos llegan después de que el miércoles el gobierno de Mauricio Macri acordara con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un adelanto de fondos para garantizar la financiación que necesita para el año próximo y superar la turbulenta situación que atraviesa su mercado de divisas. Pese a la intención del Ejecutivo, ayer el peso argentino bajó un 7,62%, su mayor descenso desde diciembre de 2015. Además, la moneda acumula un desplome cercano al 50% en lo que va de año.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aseguraba ayer que la entidad trabajará con el país sudamericano para fortalecer su programa financiero ante unas condiciones de mercado más adversas de lo esperado, donde a los problemas económicos y políticos nacionales se ha sumado el efecto contagio de la lira turca sobre los mercados emergentes en las últimas semanas. Ahora, se renuevan las dudas sobre la solvencia argentina y el FMI estudia esa petición de adelanto de fondos.

Argentina, que según el acuerdo firmado con el FMI tiene que reducir su déficit a un 1,3 por ciento del producto bruto interno en 2019, trabajará para mejorar esa cifra con el fin de tener que emitir menos deuda, según Dujovne, aunque sin ofrecer precisiones sobre el nuevo objetivo.