La economía digital en España ha pasado en el último año de un 19% a un 22% del PIB. En este mismo plazo, se han acometido importantes cambios, para hacer realidad el nuevo paradigma de nación digital.

En una economía asimétrica, las grandes empresas y las startups compiten sin complejos. En España llegamos a la cifra de 10.000 startups que capturaron 4.000€ millones de inversión, cifras sin duda muy notables para animar este importante sistema emprendedor. Ello ha obligado a dotar de un instrumento como la ley de startups para ordenar este ecosistema empresarial. En esta ley, los business angels que apuesten por startups españolas, cuentan con la ventaja fiscal de que los primeros 100.000€ van a estar exentos, lo que sin duda favorecerá la presencia de inversores españoles y extranjeros.

La Oficina del Dato pone de relevancia la transición de productos y servicios, hacia la economía del dato

Otro hito importante ha sido la creación de la Oficina del Dato, enmarcada en Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y el nombramiento del primer CDO en España a nivel de la Administración, figura que no se encuentra más que en diez países en todo el mundo. Dicha Oficina del Dato pone de relevancia la transición de productos y servicios, hacia la economía del dato. Se calcula que para 2025, los datos tendrán un peso del 4% del PIB que crearán casi un millón de puestos de trabajo, que contribuirán en favor de la innovación y el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).

Convertirnos en un país digitalizado requiere nuevos instrumentos. Uno de ellos es impulsar la participación de España en Gaia-X, la iniciativa europea de nube abierta e infraestructura de datos, o la creación de la Agencia Nacional de Supervisión de IA, única a nivel mundial que auditará los algoritmos en redes sociales, administraciones públicas y empresas. También necesitamos que las pymes, que tienen bajos niveles de digitalización, dispongan del Kit Digital porque la transformación digital, no puede dejar a nadie atrás.

Finalmente, la Carta de Derechos Digitales, "uno de los compromisos más importantes del Gobierno" como dijo Pedro Sánchez, garantizará que en este proceso de digitalización no se van a perder derechos y garantías. La España digital está en marcha. No hay vuelta atrás.