El mercado laboral se va transformando constantemente. La digitalización y todo lo relacionado con el medio ambiente y la transformación energética, ofrecen un buen numero de oportunidades para la empleabilidad, pero estos enunciados tan importantes como poco concretos, albergan la duda de los que buscan acomodo en empleos relacionados con estos tres grandes bloques. No hablamos de futuro, sino de presente y es por ello necesario poner en valor la importancia de la orientación en la búsqueda de empleo.

ORTIENTACIÓN LABORAL

La orientación depende de la edad, pues este un factor muy importante al demandarse unas capacidades digitales que no todos poseen y que se hace imprescindible en parados de larga duración y en colectivos vulnerables. También depende de las expectativas, pues siendo este un factor más personal, es importante hacer una autoevaluación para no incurrir en posicionamientos erróneos.

No es lo mismo gestionar las demandas en una empresa o un sector en reconversión, o de aquellos relacionados con la innovación tecnológica.

Es necesario, por tanto, dar protagonismo al proceso de acompañamiento, donde las políticas activas de empleo mejorarán las posibilidades de empleabilidad, tanto a trabajadores por cuenta ajena o propia, como a personas desempleadas, incluyendo acciones dirigidas a la promoción profesional. Es precisamente en estas políticas de activación, donde la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo 2021-2024 adquiere un protagonismo notable.

Pero para definir el marco de actuación, hay que dibujar correctamente los escenarios. No es lo mismo gestionar las demandas en una empresa o un sector en reconversión, o de aquellos relacionados con la innovación tecnológica. Se hace imprescindible establecer metodologías compartidas por todas las administraciones, tanto en la planificación como en la programación.

La orientación profesional hay que configurarla como un servicio que complete recursos formativos adecuados al mercado laboral. La orientación debe constituirse como una herramienta para la equidad social y que promueva la inclusión social de las personas más vulnerables, ofreciéndoles nuevas oportunidades laborales, que en muchos casos desconocen de su existencia.

La tecnología por sí misma no funciona. Se necesita la definición y creación de nuevos puestos de trabajo que supervisen los sistemas más avanzados. Los agentes sociales están en contacto con el sistema productivo. Necesitamos su protagonismo en este proceso.