Es evidente que la digitalización ha marcado una transformación profunda en el mercado laboral. Las estructuras han debido adaptarse a los cambios inducidos por las ayudas que las tecnologías adaptadas a los diferentes procesos productivos han facilitado, creando un nuevo escenario tras la introducción de sistemas que incorporan inteligencia artificial y algoritmos.

Sin duda estamos ante un nuevo modelo donde incluimos lo que definiríamos como empleos emergentes, considerando estos como aquellos que, si bien ya existían, han experimentado un notable crecimiento. También los podemos catalogar como empleos del futuro, pues tras emerger, van a consolidarse en lo más alto del ranking donde encontraremos algunos de reciente creación como el de auditor de algoritmos, o el lingüista experto en lenguaje natural que enseña a hablar a las maquinas. Estos dos ejemplos y otros muchos, emergen como una versión 2.0 de empleos existentes, pero en una versión primitiva. Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que hay un empleo emergente detrás de cada trabajo convencional. Para todo tipo de perfiles existe un trabajo emergente, lo cual supone una oportunidad para las personas que tienen una formación de base, que facilita su incorporación a nuevas alternativas de empleabilidad tras realizar un proceso de reactualización de conocimientos.

Orientar es trascendental porque el profesional no puede elegir lo que no conoce

En tiempos de cambios como los actuales, la orientación laboral se convierte en asignatura de obligado cumplimiento cuando existen tantos cambios de roles profesionales. Orientar es trascendental porque el profesional no puede elegir lo que no conoce. Es una urgencia que no admite demora y que debe abarcar un amplio espectro, iniciándose en la enseñanza escolar, pasando por los jóvenes que aún no se han incorporado al mercado laboral, hasta llegar a los de edad intermedia que necesitan conocer que ofrece el mercado, tomando como base su formación y experiencia.

Hay que redefinir la orientación profesional como excelente vía de entrada para poder despertar motivaciones en los jóvenes. Habría que fomentarla muchísimo más, dando a conocer la amplia oferta formativa que potencie la capacitación de nuestros estudiantes, que en un tiempo se incorporaran al mercado laboral como profesionales.