España se encuentra en la recta final para aprobar el Real Decreto que regulará los productos textiles y de calzado y la gestión de sus residuos, una normativa que surge a raíz de la revisión de la Directiva marco de residuos aprobada por el Parlamento Europeo. El nuevo marco legal establecerá la responsabilidad ampliada del productor, obligando a las empresas a financiar y organizar la gestión de los residuos que generan sus productos.
¿Qué implicaciones se espera que tenga para el tejido productivo español? Lo hablamos con Ernesto Campos Campillo, de la Universidad Internacional de Valencia.
"Ahora mismo estamos entre el borrador y la recta final. El Gobierno ya recibió alegaciones a 4 de septiembre", explica Ernesto Campos Campillo, profesor del Grado en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Internacional de Valencia. "El texto fija metas muy claras: 50-70% en recogida y 20-35% en reutilización", añade.
Entre las medidas concretas, la normativa prohibirá la destrucción de excedentes e implementará requisitos informativos para los consumidores, como la instalación de carteles obligatorios en tiendas con más de 400 metros cuadrados que informen sobre las opciones de separación, segunda mano y reciclado a partir de 2026.
Objetivos ambiciosos para España
El Real Decreto establecerá para España objetivos específicos: alcanzar un 50% de recogida para 2030 y un 70% para 2035, mientras que en preparación para la reutilización se fijan porcentajes entre el 20% y el 35%. "Son muy ambiciosos ya que hay que pasar del 12% actual al 50% en cinco años y esto es un sprint", señala Campos.
Las alegaciones de la industria apuntan precisamente a la exigencia de estos objetivos. "La industria lo que pide es menos presentaciones, menos PowerPoint y más camiones y más plantas. Es decir, más infraestructura, más calendario escalonado y tarifas asumibles sobre todo en las pymes", indica el experto.
El impacto en las pymes españolas
Un aspecto crucial es el impacto que tendrá esta regulación en las pequeñas y medianas empresas españolas. Según CEPYME, más de 11.000 empresas y 21.000 empleos podrían verse afectados, con un incremento significativo en los costes del sistema de gestión.
"Nuestro sector textil español está compuesto por pymes y micropymes. Si las tarifas y el papeleo no se calibran bien, aprietan el margen", advierte Campos, quien destaca la importancia de la "eco modulación": que el buen diseño pague menos y se coordine con la economía social para reducir costes. "El informe de CEPYME habla de costes que se pueden multiplicar hasta 2030 si no hay ajuste", añade.
