El mundo del deporte, y especialmente el fútbol profesional, tiene un enorme potencial como motor de cambio social y ambiental. Esta es la filosofía que impulsa al Racing de Santander en su compromiso con la sostenibilidad, un camino que comenzó hace dos años y que ya está dando sus frutos.
¿Puede el deporte impulsarnos a ser más sostenibles como sociedad? Lo vemos con Agustín Ibáñez, responsable de Sostenibilidad de la Fundación Real Racing Club.
Agustín Ibáñez, responsable del área de Sostenibilidad de la Fundación Real Racing Club, explica que "el fútbol no puede vivir al margen de la sociedad". Esta convicción ha llevado al histórico club cántabro a desarrollar un ambicioso programa denominado "Racing Sostenible", que trabaja en coordinación con La Liga y busca convertirse en referente en materia de sostenibilidad.
Cuatro ejes de acción para un futuro sostenible
El programa "Racing Sostenible" se articula en torno a cuatro pilares fundamentales. "Hemos apostado por trabajar en cuatro principales áreas: cambio climático, economía circular, naturaleza y un cuarto eje transversal que es la educación ambiental y voluntariado", detalla Ibáñez.
Entre los proyectos más destacados se encuentra la implementación de un plan de movilidad propio para mejorar el flujo de aficionados en días de partido, reduciendo así la huella de carbono asociada a los desplazamientos. Además, el club ha realizado por primera vez la medición de su huella de carbono en los alcances uno y dos, y está trabajando en la verificación de estos cálculos a través de AENOR, con el objetivo de desarrollar un plan de reducción.
Resultados tangibles y desafíos pendientes
Tras dos años de implementación, el programa ya muestra resultados prometedores. "Lo más gratificante está siendo la respuesta de los aficionados", destaca Ibáñez, quien menciona los altos porcentajes de reciclaje alcanzados en el estadio durante la última temporada y la participación ciudadana en actividades de voluntariado para limpiar espacios naturales.
Sin embargo, reconoce que existen áreas donde el avance es más lento, como en el ámbito de la movilidad sostenible, que implica la coordinación con administraciones y entidades locales: "Son cambios más complejos, más amplios y por lo tanto van quizás más lentos".
El caso del Racing de Santander demuestra que el deporte puede ser un vehículo efectivo para impulsar la sostenibilidad, no solo a través de iniciativas concretas, sino también mediante su influencia como agente de transformación social. Un camino que, como reconoce Ibáñez, apenas ha comenzado pero que ya muestra resultados prometedores.
