La economía española se mantiene en forma pero ha superado ya su pico cíclico. Es el mensaje del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé una moderación del crecimiento del PIB este año hasta el 2,7% y el 2,2% en 2019. Las cifras son superiores todavía a la media de la eurozona, pero el entorno externo es menos propicio y la demanda interna se debilita.

Entre los retos inmediatos de España, el organismo presidido por Christine Lagarde cita la elevada deuda pública, el alto desempleo estructural y un lento aumento de la productividad, que “lastran el crecimiento potencial del PIB”.

El FMI alerta sobre los riesgos provenientes del exterior, donde se incluyen los cambios repentinos en el apetito inversor por el riesgo, la escalada global del proteccionismo y el debilitamiento de las economías emergentes. En clave doméstica, los riesgos incluyen las presiones para derogar las reformas y la política fiscal.

Vincular las pensiones puede suponer hasta un 4% más de gasto


En materia de pensiones, el FMI advierte que la recomendación del Pacto de Toledo para volver a vincular su revaloración al IPC “no deberían traducirse en medidas legislativas que no formen parte de un paquete integral”. “Un ajuste ad hoc de las prestaciones podría hacer peligrar la sostenibilidad financiera del sistema”, añade. Y estima que esta vinculación de forma permanente supondría añadir entre un 3 y un 4 por ciento del PIB al desembolso por pensiones de aquí a 2050 según las previsiones demográficas y macroeconómicas actuales.

En este sentido, recomienda medidas como incrementar la cotización mínima para los trabajadores autónomos y de los ingresos máximos sujetos a cotización, así como vincular directamente la edad legal de jubilación a la esperanza de vida.

Ajustar la política fiscal cuando todavía hay crecimiento


El Fondo recomienda que la política fiscal aproveche las condiciones económicas actuales para reducir el nivel de deuda pública más rápidamente. “De lo contrario, España se vería obligada a aplicar un ajuste fiscal procíclico cuando la economía se vea afectada por shocks futuros”, explica.  También advierte: la disminución del déficit en los últimos años se debe al fuerte ciclo económico “íntegramente”, algo sobre lo que también ha alertado la actual ministra de Economía, Nadia Calviño, en los últimos meses. Es decir, que los niveles de deuda solo han caído marginalmente mientras la economía sí crecía con fuerza.

A pesar del estancamiento político respecto a los Presupuestos para 2019, cuyas medias concretas el FMI desconoce todavía, recomienda incluir herramientas “creíbles” y “proyectar con prudencia el impacto recaudatorio de las nuevas medidas”, así como planificar actuaciones de contingencia que compensan cualquier deficiencia de ingresos. Todo ello acompañado de medidas para reducir las desigualdades y proteger a los más vulnerables, especialmente en el plano laboral, donde continúan existiendo importantes desafíos.

Nuevos riesgos en el sector bancario


Por el lado del sistema bancario, el FMI reconoce la reducción de riesgos, especialmente en lo referido a los préstamos dudosos y activos inmobiliarios, pero considera que emergen nuevos riesgos. “Aunque hasta el momento no haya indicios claros de que se esté produciendo una sobrevaloración generalizada de los precios inmobiliarios, es necesaria la vigilancia, ya que continúa aumentando el número de nuevos préstamos para la vivienda y, especialmente, el crédito al consumo”, concluye.

Adicionalmente, recomienda ejercer una gestión rigurosa de los riesgos de liquidez y de tipo de interés, en particular de cara a la eventual normalización de las políticas acomodaticias del Banco Central Europeo. Por ello, considera que sería beneficioso que los bancos españoles acelerasen la constitución de colchones de capital de alta calidad a fin de proteger su negocio.