El consejo de administración de International Airlines Group (IAG), dueño de aerolíneas como British Airways o Iberia, ha decidido poner un límite máximo al porcentaje de su capital en manos de propietarios de fuera de la Unión Europea. "El  máximo permitido de acciones de fuera de la UE queda fijado en el 47,5%. No se puede garantizar que dicho máximo permitido vaya a ser eliminado en el futuro ni, en su caso, cuando sería eliminado", ha aclarado el grupo en un comunicado a la CNMV.

El holding ha decidido anular cualquier derecho de voto de más acciones en manos de personas o entidades de fuera de la UE, con el fin de salvaguardar sus derechos de vuelo, sobre todo de sus filiales españolas, Iberia y Vueling.

A partir de ahora, ningún inversor ajeno a la UE podrá adquirir títulos de IAG. Si lo hace, sus derechos quedarán en suspenso y se le concederán 10 días para vender sus acciones. Transcurrido este plazo, si no se ha procedido a la venta, IAG las comprará al menor precio entre el valor teórico contable de la acción de acuerdo con el último balance auditado y el precio medio de cotización de una acción en la Bolsa de Londres del día que se produjo la compra.

Tal y como ha aclarado IAG en su comunicado, estas restricciones no afectan a los inversores y accionistas británicos. “Se hace constar que las personas británicas no son ni serán tratadas como personas de fuera de la Unión Europea y que, en consecuencia, no están ni estarán sujetas a las restricciones a la adquisición de acciones mencionadas en este anuncio”, ha sentenciado.

Esta medida es el primer paso del plan de acción de IAG para cuando Reino Unido abandone el bloque europeo el 29 de marzo. Aunque todavía no ha ratificado su acuerdo de retirada, lo que supone un posible riesgo para las aerolíneas que no cumplan las normas europeas que requieren que las aerolíneas de la unión tengan una participación de accionistas extranjeros inferior al 50% para mantener los permisos de vuelo.