La inflación en España se moderó en mayo al subir un 1,9% interanual, siete décimas menos que el mes anterior, según datos definitivos publicados  por el Instituto Nacional de Estadística.

Destaca la ralentización de precios en el transporte por la bajada de los precios de los carburantes, así como en el apartado de ocio y cultura por una caída en el precio de los paquetes turísticos respecto al año anterior.

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos no elaborados y los productos energéticos por su mayor volatilidad, alcanzó una tasa interanual del 1% frente al 1,2% de abril.

El IPCA, o IPC armonizado con la eurozona se situó en el 2% interanual en mayo, sin cambios frente a la lectura provisional y en línea con lo esperado por los economistas consultados por Reuters. En abril, los precios armonizados habían subido un 2,6% en tasa interanual.

En términos mensuales, el IPC bajó en mayo un 0,1 por ciento, mientras que el IPCA no mostró cambios.

En el arranque del año los precios experimentaron una aceleración alentada por el encarecimiento del petróleo, con una inflación del 3% en enero y febrero, aunque el Banco de España ha dicho que esta tendencia se moderaría a lo largo del ejercicio para situar el IPC al final del año por debajo del 1,5%.