En lo que llevamos de año, casi una decena de empresas cotizadas de la bolsa española recompran acciones propias. Una práctica cada vez más habitual y que nos hace pensar qué es mejor a la hora de crear valor para los accionistas: que la empresa gaste el dinero que genera en repartir dividendos o que lo haga comprando acciones propias en la bolsa. La recompra de acciones es una de las maneras que tienen las empresas para retribuir al accionista.


¿Cómo funciona? La propia empresa recompra títulos, es decir, se reduce el número de acciones en circulación de esa empresa. Al mismo tiempo, al haber menos acciones, los accionistas que se queden en el valor, ven como aumenta el valor de sus acciones.


Precisamente, la recompra de acciones es una práctica muy habitual en EEUU y es uno de los motores de la subida de las bolsas americanas cerca de máximos históricos. Las empresas en vez de dar dividendos, lo destinan a comprar títulos. Como hay menos acciones en circulación, el precio de las acciones que hay en el mercado, suben.


Para los accionistas que no busquen ingresos periódicos si no una revalorización de las acciones, la recompra de acciones es preferible al reparto de dividendos, según los expertos consultados. Los dividendos conllevan una retención del 19% en el momento que se reparten, mientras que una recompra no se pagará a Hacienda.


Varias son las razones que llevan a una empresa a realizarlas. La más habitual para reducir el capital o amortizar autocartera. En otros casos, se utiliza para pagar a los directivos. Otras empresas del Ibex lo usan por otros motivos como Repsol que recompra acciones para poder repartir las acciones que compra a los accionistas que así lo eligen en el Dividendo Flexible. Según los expertos, “de no comprar acciones, tendría que ampliar capital para repartir acciones nuevas, lo que provoca que al haber más acciones se reduzca el beneficio por acción”.


IAG, Iberdrola, Ferrovial o Mediaset, consiguen elevar el beneficio por acción a base de amortizar las acciones de recompra. Otras como Inmobiliaria Colonial anunciaba un recompra por valor de 100 millones de euros para atender a posibles operaciones de crecimiento mediante canje de inmuebles por acciones.


A veces, la recompra de acciones ha sido criticada. Fue el caso de OHL que lanzó este programa en un momento en que las acciones estaban en caída libre para evitar que siguieran cayendo. El mercado consideró que es una conducta poco responsable gastarse dinero comprando acciones cuando ese dinero se debería destinar a reducir su elevada deuda.


Un caso de éxito fue Barón de Ley, empresa dedicada al mundo de los vinos. Nunca reparte dividendos y destina grandes sumas a recompras de acciones. Otro que nunca reparte dividendos es Warren Buffet, el considerado mejor inversor del mundo. Desde su salida a Bolsa en 1996, Berkshire Hathaway nunca ha repartido ni un dólar en dividendos pero sí ha lanzado varios programas de recompras acciones. Un movimiento que se pone ahora de moda en la bolsa española.