Las principales petroleras han estado presentado estos días sus resultados del último trimestre. Todas ellas tienen algo en común: los precios del petróleo les han obligado a tomar medidas.

En respuesta al desplome de precios, las compañías de petróleo y gas se han visto obligadas a reducir sus presupuestos, suspendiendo la actividad en plataformas de perforación y, en algunos casos, eliminando puestos de trabajo.

Chevron planea gastar 35.000 millones de dólares este año en proyectos de búsqueda y extracción de petróleo. Estas cifras suponen un recorte del 13% de sus gastos en comparación con el año pasado.

ConocoPhilips y Occidental también reducen sus presupuestos para 2015. En un intento de lidiar con un fuerte declive en los precios del crudo, estas dos grandes petroleras estadounidenses han reducido sus planes de gasto en exploración.

ConocoPhilips, que había declarado que este año recortaría un 20% a 13.500 millones de dólares, ahora espera recortar su gasto de capital a 11.500 millones de dólares. Ryan Lance, presidente y consejero delegado de la petrolera, ha señalado que la empresa está respondiendo a la débil perspectiva de precios.

Otras compañías energéticas han anunciado sus planes de reducción en inversión y empleo.

BHP Billiton ha anunciado que recortará un 40% en sus operaciones de plataformas petroleras. Mientras que Schlumberger despedirá a 9000 trabajadores.

En el caso de Exxon, el tope máximo de inversión fue en el año 2013 y a partir de ahí esperaba reducirlo hasta el año 2017. En 2015 la compañía había previsto un gasto de 37.000 millones de dólares. No obstante, estas previsiones se hicieron en el mes de marzo antes de que se produjera el desplome del precio del petróleo. Es posible que la compañía amplíe los recortes cuando presente sus resultados este lunes.

Pero estos recortes no sólo han sucedido en las petroleras estadounidenses. También las compañías europeas han presentado sus presupuestos.

El gigante energético francés, Total, ha declarado que reducirá su capital un 10% este año, mientras que Royal Dutch Shell reducirá su capital a 15.000 millones de dólares para los próximos tres años.